martes, 7 de octubre de 2014

El alcalde de Iguala y su esposa, vinculados a los Beltrán Leyva

"Todo mundo está llegando tarde", la PGR, la Gendarmería, el gobernador... indicó el periodista José Reveles.


Marco Alberto Pineda Villa y Marco Antonio Pineda Villa, liquidados en 2009, eran integrantes del cártel de los Beltrán Leyva; ambos eran hermanos de la esposa del alcalde de Iguala, José Luis Abarca, María de los Ángeles Pineda Villa, indicó el periodista especializado en temas del narcotráfico, José Reveles.

En entrevista para Noticias MVS primera emisión, señaló que los Beltrán Leyva se fueron desperdigado en pequeños grupos.

De los Beltrán Leyva surgieron Guerrero Unidos y Los Rojos, que entraron a una constante disputa por territorio.

La hermana de los Pineda Villa, indicó, “estaba en campaña para quedarse con la presidencia municipal”, después de Abarca. Pero la violencia escaló a niveles insospechados en el municipio, el alcalde pidió licencia para separarse del cargo y hasta ahora no es localizado ni él ni su esposa.

“Aquí pareciera que la toma de la alcaldía se da por personas vinculadas a este cártel”, señaló Reveles.

Esta red incluye joyerías en Taxco y otros lugares; “son gente poderosa que habría obtenido sus recursos por acciones ilegales”, apuntó.

Respecto a las narcomantas que dicen que “ya empezó la guerra” en Iguala, el periodista las consideró “demasiado obvias, estridentes, como para que tengan un origen real”.

Lo que ocurre en Iguala, advirtió, podría extenderse, encontrando más fosas.

Lamentó que “todo mundo está llegando tarde”: la PGR, la Gendarmería, el gobernador…

“Esto se viene dando a conocer desde el 26 de septiembre… (ahora) se están tapando agujeros, valdría la pena una política integral, no se trata de Iguala, sino de todo el país”, sostuvo Reveles.

Los vínculos de la “primera dama” y el alcalde

En el mismo sentido, este martes El Universal dio a conocer un informe del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) el cual confirma que José Luis Abarca Velázquez, alcalde de Iguala con licencia, tiene estrechos vínculos con grupos del crimen organizado que operan en la zona norte del estado de Guerrero.

Gracias a los nexos de su esposa, suegra y cuñados con el extinto Arturo Beltrán Leyva, Abarca Velázquez, “quien sirvió a este capo de lavador y prestanombres, pudo levantar en pocos años una fortuna considerable”, dice el documento en poder del diario.

El informe está titulado “Avances en la investigación sobre los hechos de violencia ocurridos en la ciudad de Iguala, Guerrero”, fechado el 1 de octubre pasado.

El documento apunta que el alcalde logró sobornar a las dirigencias estatal y nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), a través de diversos mecanismos, como la entrega de dinero en efectivo y apoyos en especie destinados a la operación de dichos comités.

Además, uno de sus cuñados, de nombre Salomón Pineda Villa El Molón, estuvo preso en el Cefereso de Matamoros, Tamaulipas, cumpliendo una condena por delitos contra la salud. Fue liberado en junio de 2013 y de forma inmediata retomó sus actividades criminales y se convirtió en el jefe de plaza en Iguala para el cártel Guerreros Unidos.

María Leonor Villa Orduño, la suegra de Abarca Velázquez, también se encuentra relacionada con Arturo Beltrán Leyva, dado que fungió como su operadora y prestanombres.

Sobre los hechos violentos del pasado 26 de septiembre, el documento establece que luego de realizar una movilización en Iguala, un grupo de alrededor de 100 estudiantes de la normal rural Raúl Isidro Burgos pretendía trasladarse a la Plaza de las Tres Garantías, ubicada en zócalo de esa población, donde a las 18 horas la esposa del alcalde, María de los Ángeles Pineda Villa, rendiría su segundo informe de labores como presidenta del DIF Municipal.

Por ello, señala que Pineda Villa le ordenó a su jefe de seguridad que le comunicara al director de Seguridad Pública Municipal, Felipe Flores Velázquez, que no debía permitir que los estudiantes de Ayotzinapa llegaran al lugar del evento, para lo cual debía de implementar un operativo que frenara su avance y los replegara.

Por ello, el jefe policiaco exigió el traslado de decenas de policías municipales con la tarea de frenar a los estudiantes, lo que cual derivó en un ataque directo, que hasta ahora deja 6 asesinatos y 43 desaparecidos. Y 28 cuerpos enterrados en fosas, cuyas identidades están por confirmarse.

VÍDEO:



FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.

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