miércoles, 3 de septiembre de 2014

Diferencias entre bolsillos y afirmaciones

FUENTE: REVOLUCIÓN 3.0
AUTOR: LILIA ARELLANO.

Desde el lunes por la noche se cerraron las calles que llevan al Zócalo. Las vallas se multiplicaron y en las primeras horas de la mañana de ayer era tal el número de policías, militares y gendarmes –los de la lujosa gendarmería-, que parecería se encontraban listos para un ataque, para repeler una turba, para empezar a repartir macanazos, cachazos, para de plano pegar hasta con escudos y cascos.

Se trató, a partir de las once de la mañana de detener el avance de los manifestantes, de los grupos que se enfilaron hacia el Hemiciclo a Juárez y entre los que aparecieron ex braceros, aquellos mexicanos que confiaron sus ahorros a un gobierno que sin ningún escrúpulo hizo mal uso de ellos y que ahora se niegan a devolver.Pertenecientes a otras organizaciones, cientos de mexicanos lanzaron voces de protesta, calificativos, exhibieron las demandas que durante años no han sido atendidas.

Ellos no escucharon que Peña Nieto les pidió un cambio de actitud, de mentalidad, un cambio cultural. A cambio puede llevarles comida caliente, pero que no adopten actitudes que lo molestan, que perjudican sus oídos, que le causan extrañeza.



Deben cambiar mentalmente y soñar y soñar en que el plato de frijoles es un buen trozo de carne, que hay tortillas suficientes, que la salsa contiene todas las especias, que sale mucho humo de las ollas en las cuales se cuece los caldos, que ya viene el crédito con bajos intereses y sobre todo que tendrán un ingreso extra si se atreven a cambiar, a entregarle sus tierras a quienes buscan petróleo. Culturalmente los invitarán a que aprendan a cocinar chiles en nogada y regresen al metate para moler los chiles para el mole, sin por ello olvidar la vestimenta, esa que tanto atrae a los turistas.

Por supuesto que no hay nada falso en señalar que “éste no es el país de antes, este es el México que ya se atrevió a cambiar”, porque sin lugar a dudas, la reversa también es un cambio ¿o no? Resultará para muchos difícil de entender que se hable del movimiento del país hacia la paz al trabajar para tener un lugar más seguro y tranquilo en el que todos disfruten de los derechos que les reconoce la Constitución, cuando éstos “derechos” no son considerados como responsabilidades que debe proporcionar el Estado; cuando se sabe que la cifra de muertos es superior a la registrada el sexenio anterior no puede hablarse de seguridad y menos aún si el término se extiende hacia el empleo, la conservación del patrimonio, la percepción de un salario digno.


“México se mueve hacia la inclusión para superar el hambre y la pobreza y así tener un piso básico de bienestar social”. ¿con comidas calientes, con una renta barata de las tierras para explorar en busca de petróleo, con un diesel más caro que el combustible para los autos de lujo, sin subsidios, sin producción, sin protección social para los campesinos? ¿Educación de calidad con maestros a los que el estado primero prepara y luego reprueba? ¿Con tabletas y computadoras que nunca llegan? ¿Con becas miserables otorgadas a cambio de la venta de los libros de texto gratuitos? ¿Haciendo a los padres de familia responsables de todo el mantenimiento y las necesidades de las escuelas? ¿Permitiendo la corrupción sindical? ¿Dando instrucciones para que a ningún menos, tenga o no conocimientos sea aprobado y aceptado en el grado siguiente? ¿Sin tener un plan educacional completo, generador de preparaciones que revelen conocimientos suficientes que se reconozcan en cualquier país del mundo? ¿Con esos registros de deserción escolar causada por la situación económica? ¿Permitiendo educación privada religiosa?

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