El entonces director de la Agencia Federal de Investigación (AFI) realizó un resumen histórico de los modelos policiacos en México con el objetivo de concluir que “la mayoría de los países con menores índices de criminalidad en el mundo operan con el sistema de policía unificada federal”. Si México deseaba el éxito de esas otras naciones, según decía, debían tomar la decisión de copiar el modelo.
Dos meses después de la presentación del libro, las ideas de García Luna se convirtieron en las propuestas de campaña de Felipe Calderón. Durante el segundo debate de candidatos a la Presidencia, Calderón Hinojosa dijo: “Voy a unificar las policías federales en una sola más honesta, más capacitada, mejor entrenada. Y dentro de ella la policía metropolitana, para darle duro a los delincuentes en la zona conurbada de la Ciudad de México, en Iztapalapa, en Chimalhuacán, en Ecatepec”.
Seis años después la promesa de derrotar a la delincuencia se tradujo en 70 mil muertos, 26 mil desaparecidos y un millón 600 mil desplazados; eso convirtió al tema de seguridad en uno de los ejes que determinaría el voto de los ciudadanos en las elecciones federales de 2012.
El 9 de mayo de ese año, en el Segundo foro de seguridad y justicia convocado por la Fundación Colosio, Enrique Peña Nieto, en su calidad de candidato presidencial, señaló que la crisis de violencia vivida durante el sexenio calderonista obedeció a que “los cuerpos preventivos no estaban preparados ni diseñados para combatir al crimen organizado”. Por ello, su proyecto en materia de seguridad se centraría en fortalecer a la Policía Federal (PF) y crear una gendarmería nacional con elementos de la Armada y el Ejército bajo un mando civil.
El próximo mes entrará en funciones la Gendarmería Nacional; sin embargo, los principales detalles de esta nueva división de la PF continúan en la opacidad.
Aun cuando esta institución fue anunciada por el Presidente como uno de los ejes distintivos de su gobierno, en la solicitud de información 0000400003213 la Secretaría de Gobernación (Segob) clasificó como confidencial los datos referentes a la capacitación de sus integrantes, los requisitos que deberán cubrir los elementos civiles para ingresar y la ubicación de la nueva sede.
Acerca de los 1,500 millones de pesos asignados para este año a la Gendarmería, la Dirección General de Programación y Presupuesto de la Segob especificó en su oficio DCI/085/2013 que el dinero sería repartido mensualmente de julio a noviembre de 2014 en rubros de 300 millones. Empero, en las dos cuartillas que componen el texto se omite el tema de en qué serán gastadas dichas cantidades. La explicación es la misma: se trata de información confidencial.
Policía Federal, el antecedente obligado
“Buscamos mexicanos comprometidos con la tarea de hacer de México un país más seguro”, se leía en la parte delantera del panfleto de reclutamiento 2011 de la PF. “México requiere de los mejores”, concluía.
El procedimiento para ingresar a la Policía Federal ese año se dividió en cuatro etapas: pre-registro, registro, entrega de documentación, pruebas de confianza y curso de formación inicial.
A pesar de que la PF establece diferentes criterios para poder ingresar a las diversas áreas que la componen, sí existen puntos comunes entre todas las convocatorias: ser ciudadano mexicano por nacimiento, haber cumplido con el Servicio Militar Nacional -para el caso de los hombres-, no tener perforaciones ni tatuajes, no utilizar sustancias psicotrópicas o estupefacientes, no padecer alcoholismo ni obesidad y tener disposición para someterse a las evaluaciones de control de confianza.
No obstante, en 2011 el Servicio de Protección Federal advirtió en su convocatoria que se admitiría la participación de aspirantes con Obesidad Grado I (IMC 25-29.9) e incluso de un evaluado con Obesidad Tipo II (IMC 30-32) si éste redactaba una carta compromiso para reducir su peso al concluir el curso de formación inicial.
En el oficio PF/OCG/DGE/UE-R/0373/2010, que responde a la solicitud de información realizada por Hashtag con el folio 0413100063910, se detalló que al 17 de diciembre de 2010 había 17, 917 elementos con obesidad: 6 484 con tipo I “Leve”, 6 932 con tipo II “Moderada” y 501 con tipo III “Severa”.
Estas cifras , además de cuestionar el seguimiento que la propia PF hizo de sus requerimientos, evidencia que un sector de policías federales tiene características físicas que les impiden una actuación eficaz como las que se les exige. A pesar de ello, fueron aceptados para el siguiente paso.
Una vez cubiertos los requisitos y entregada la documentación, a cada aspirante se le asigna un folio del Servicio de Protección Federal (SPF), con él son programados para las Pruebas de Confianza.
Al respecto, la Unidad de Enlace de la Policía Federal, en el oficio PF/OCG/DGE/UE-R/0213/201, proporcionó porcentajes del número de aspirantes que aprobaron, reprobaron y no concluyeron los exámenes de control de confianza:
Hoy se desconocen los métodos de evaluación para los integrantes de la gendarmería nacional. Entre los pocos detalles que se difunden sobre el tema está la participación de Francia en la capacitación de los elementos.
La única certeza al respecto es que, tras años de intentarlo, el proyecto que une a dos sexenios por fin se volverá realidad… no obstante, habrá que ver a futuro si son verdaderos los resultados que tanto pregonaba García Luna, quien en numerosas ocasiones ha sido apuntado por sus presuntos vínculos con el narcotráfico y que ahora vive en las faldas de los Estados Unidos.
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