jueves, 26 de junio de 2014

Efecto mariposa

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: RODRIGO VILLEGAS.

La detención de Luis Fernando Sánchez Arellano podría ser una de las últimas estocadas para el moribundo cártel de Tijuana.

Luego de al menos seis años con siete cárteles de la droga dominando la escena del crimen, la narcografía en México podría estar cambiando.

La detención de Luis Fernando Sánchez Arellano, alias “El Ingeniero”, sería el detonante para crear un efecto mariposa.

El pasado 23 de junio, Sánchez Arellano -uno de los líderes del moribundo cártel de Tijuana- fue detenido por parte de elementos del Ejército.

La detención de “El Ingeniero” trascendió al terminar el partido de México contra Croacia en el Mundial de futbol.

Su captura representó un gol que el Gobierno Federal se anotó ante al añejo cártel. 



Sánchez Arellano era el líder operativo de la organización de los Arellano Félix.

Monte Alejandro Rubido, comisionado nacional de seguridad confirmó la detención.

El menor de los hijos de Enedina Arellano Félix -hermana mayor del clan- fue detenido por elementos del general Augusto Moisés García Ochoa, en coordinación con la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República, aseguró el comisionado. 

La operación se dio alrededor de las 16:30 horas en la colonia La Mesa, división La Ceña, en Tijuana.

Se hizo “sin un solo disparo”, destacó Rubido García.

En la operación de rastreo, ubicación y captura no se involucró a personal de la DEA (agencia antidrogas de EU) ni de ICE (migración y aduanas), señaló un agregado del Consulado Americano en Tijuana, quien solicitó el anonimato.

El operador de la Oficina de Seguridad Regional (RSO) dijo a Reporte Indigo que las autoridades estadounidenses fueron notificadas una vez que “El Ingeniero” estaba bajo custodia en la base aérea de la segunda región militar.

¿Agonía o resurrección?

El dominio regional del cártel de los Arellano Félix –principales encargados de las operaciones de trasiego de droga entre Baja California y Estados Unidos- estaba en franca agonía. 

Sin embargo, la caída de tres los principales líderes del Cártel de Sinaloa –Ignacio “Nacho” Coronel, Joaquín “El Chapo” Guzmán y la supuesta muerte de Juan José Esparragoza, alias “El Azul”- dejaría a Ismael “El Mayo” Zambada como máximo líder de la denominada “alianza de sangre”.

Además, no se puede dejar fuera del mapa la reciente liberación de quien fuera el líder máximo de hegemónico cártel de Guadalajara, Rafael Caro Quintero.

Reacomodo de piezas

La dos regiones del país con mayor presencia del crimen organizado- norte noroeste y noreste- han sido los escenarios en donde los cárteles han protagonizado una brutal batalla para posicionarse. 

Pero la detención o abatimiento de los principales liderazgos de agrupaciones como el Cártel de Sinaloa, Los Zetas y el cártel del Golfo parece estar cambiando el panorama.

Heriberto Lazcano, alias “El Lazca”, y Miguel Treviño Morales alias “Z40” máximos lideres de Los Zetas, cayeron.

José Eduardo Sánchez Costilla, alias “El Coss”, y Mario Armando Ramírez Treviño, alias “X20”, líderes del Cártel del Golfo, también.

El escenario estaba puesto para que el legendario narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán y el Cártel de Sinaloa se convirtiera en la agrupación hegemónica del trasiego de droga hacia Estados Unidos.

Pero “El Chapo”, prófugo durante 11 años, fue recapturado. 

Entonces, Francisco Rafael Arellano Félix, alias “El Pelón”, fue asesinado. Las versiones sobre la consolidación del Cártel de Sinaloa en Tijuana crecieron.

El ocaso de los Arellano

La organización de los Arellano Félix fue considerada por la DEA y por autoridades mexicanas como la más poderosa entre 1990 y 2000.

Sin embargo, a inicios del milenio la DEA y el gobierno mexicano iniciaron una campaña exhaustiva en contra del Cártel de Tijuana.

En 2002, Benjamín Arellano fue detenido y Ramón Arellano murió en un enfrentamiento con las Fuerzas Federales.

En 2006, el mayor de los Arellano Félix, Francisco Rafael –quien había sido detenido en 1993- fue extraditado a Estados Unidos. 

Sin embargo, dos años después fue liberado por “buena conducta” y repatriado a México.

De acuerdo a informes de la DEA, la carga de los Arellano Félix se encontraba en manos de una de la hermanas, Enedina Arellano y sus hijos, Luis Fernando y Samuel.

Recientemente, la DEA describió a la organización de los Arellano como “prácticamente inexistente”.

De los siete hermanos, solamente Carlos y Luis Fernando sobreviven y no son buscados por ninguna autoridad.

El futuro del narco

La extinción de los líderes contemporáneos del crimen organizado y la presumible resurrección de un líder histórico como Rafael Caro Quintero hace sonar las alarmas de una recomposición del régimen criminal en México.

El futuro del noreste con la eterna batalla de Los Zetas y el Cártel del Golfo, en Tamaulipas y Nuevo León, genera incertidumbre. 

Algunos especialistas sugieren que la fusión de dos exaliados es posible en el mediano plazo.

El nuevo Cártel de Tijuana

Desde octubre de 2013 comenzaron a aparecer diversas narcomantas en Tijuana, firmadas por “Grupos Unidos Nuevo Cártel de Tijuana”.

“Grupos Unidos Nuevo Cartel de Tijuana, mensaje para la policía municipal realicen su trabajo no se metan con la mafia, policía que decomise droga o detenga personajes del cartel serán acribillados”, firman: Atlante, Balas, Aquiles, El Chan, El Charro, miembros de bajo nivel Chapito, Tablas, Aguila, Tribi, Profe, Javier R4, Beltrán y Chencho Beltrán”.

La violencia se recrudeció desde entonces.


De acuerdo al testimonio de personal militar en labores de inteligencia, esta se podría tratar de una célula con nexos al Cártel de Sinaloa, que intenta apropiarse de manera definitiva de la plaza de Tijuana.

El nombre de Alfonso Arzate, alias “El Aquiles” -señalado como integrante del Cártel de Sinaloa y personaje central en la guerra entre la organización de “El Chapo” y los Arellano Félix- habría dado fuerza a la versión de que el Cártel de Sinaloa se encuentra detrás de esta nueva facción.

Así, el asesinato de Francisco Rafael Arellano Félix podría haberse tratado de un intento final de parte de la Federación de Sinaloa por eliminar lo que sobra del cártel de estos hermanos y apoderarse por completo de la península bajacaliforniana.


Sin embargo, el hecho de que algunos de los signatarios formaban parte de los Arellano Félix también abre la posibilidad a que se trate de un grupo de desertores de ambos cárteles.

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