AUTOR: REDACCIÓN.
Gobiernos que pasan por alto el tráfico de armas o no le dan importancia, instituciones que no cumplen con brindar seguridad y justicia, y una situación de violencia que no reconocen, son algunos de los elementos que analizan Denise Dresser, Lorenzo Meyer y Sergio Aguayo.
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En la Mesa Política de Noticias MVS, primera emisión, Dresser refirió que más armas significa más violencia, lo cual se reflejó cuando en EU terminó la prohibición de vender armas con lo que aumentó su tráfico, y las muertes también.
Apuntó que los homicidios se triplicaron en 2012, especialmente en las zonas fronterizas.
“El problema es no sólo la venta de armas y su traslado, también tiene que ver con programas como Rápido y Furioso”, expuso.
“El gobierno de Obama lo alentó, lo permitió y ante ello, ¿qué hacer?, la iniciativa Desarma México quiere generar conciencia ante un problema que se vuelve cada vez más atroz”, detalló.
“Será difícil prohibir nuevamente las armas de asalto”, reconoció. Pero comentó que podría iniciar una “reflexión colectiva” sobre este tema, en el que tanto la industria armamentista como el crimen organizado aprovechan el silencio y la indiferencia.
Por su parte, Meyer consideró que la “conciencia nacional ha asimilado que vivimos en un medio tan violento, como en una guerra cuando ya estás en medio de ella, se vuelve natural, tratas simplemente de adaptarte”.
“El punto es que está aquí adentro el problema, en la falta de capacidad de las instituciones para detenerla”, señaló.
Mencionó que en el país existe un “entramado, donde no sabemos dónde empieza lo criminal, dónde termina lo gubernamental”.
Y sostuvo que se debe presionar tanto al gobierno mexicano como al estadounidense para que resuelva este asunto que “ha degradado” la naturaleza de la vida social.
“El responsable final, el que está dentro de la estructura de gobierno, a cargo de proveer el mínimo de seguridad y de justicia que el Estado requiere y si no lo dota, ¿cuál es el papel del Estado, para qué sirve?”, preguntó.
A su vez, Sergio Aguayo sostuvo que “es indispensable que señalemos responsabilidad de la industria armamentista de EU y el gobierno de ese país al tolerar el contrabando de armas a nuestro país”.
Hay estudios, dijo, que demuestran por ejemplo que cuando termina prohibición de vender armas, se dispara la cantidad de homicidios en municipios fronterizos, “hay una causalidad, correlación entre armas y muertes“.
“No acabamos de entender que estamos en una guerra… no le dan prioridad a este hecho (al tráfico de armas)”, aseguró.
Además, el académico indicó que el DF cada vez está “más invadido por conflicto del crimen organizado”, por la poca prioridad que le dan a la violencia, y una política del avestruz que niega lo evidente y esconde la cabeza.
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