viernes, 16 de mayo de 2014

La sociedad es responsable de la muerte de activista en Culiacán: LeBarón; “queremos que el país se enoje”, dice

FUETNE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/16-05-2014/994623.

Por omisión y por no exigirle resultados a las autoridades, todos son respon­sables del crimen de Sandra Luz Hernández, madre sina­loense que investigaba la des­aparición de su hijo Édgar, dice el activista Julián LeBarón.

“Todos somos los respon­sables, todos somos quienes participamos en el asesinato de esa señora, incluyéndome a mí, que soy de Chihuahua, (que) todo lo hemos permiti­do”, advirtió LeBarón, entrevistado en Culiacán, Sinaloa.

A LeBarón, constructor proveniente de Chi­huahua, los delincuentes le asesinaron a familiares y amigos luego de que forma­ra parte de un movimiento social en contra de éstos, y en respues­ta a la inacción del Gobierno.

Hoy está en Sinaloa pa­ra participar con activistas locales, en la idea de crear una red nacional ciudadana que se organice y empiece a generar cambios ante un sistema totalmente podrido.


Para el líder social, el ase­sinato de la señora Sandra Luz es una advertencia a todos.

“Pero imagínate tú, que asesinan a un sinaloense y cierran todos los negocios de la ciudad y todos los ciudadanos se van con la autoridad y le dicen al Presidente y al Procurador y a todas estas personas que cobran sin ofrecer resultados, ‘tie­nes exactamente un día pa­ra traernos al responsable o entregarnos su autoridad. Ya no vamos a permitir estas pendejadas’”, dijo.

Los sinaloneses, dijo Julián, no tienen otra salida más que exigirle al Gobernador Mario López Valdez esclarecer ese crimen.

Sólo desde la participación de la sociedad, subrayó, se evitará que el país se colapse.

“Vemos que el país se está colapsando, tenemos casi el 100 por ciento de impunidad, tenemos la peor educación del mundo”, señaló.

En su caso, dijo, él tuvo que salir a protestar ante el crimen de su hermano, su amigo y su cuñado, porque no podía verle la cara a sus sobrinos, que se quedaron sin su papá y él no hizo nada.

“No puedes pasar de la apatía, del miedo, a la empatía sin encabronarte primero, lo que nosotros queremos lograr es que todo el país se encabro­ne, se enoje, que le dé coraje de lo que está pasando”, subrayó.

Los problemas de Méxi­co, añadió, sólo se resolve­rán desde los ciudadanos, cuando aprendan a adue­ñarse de sus espacios.

Y llamó a una rebelión contra las injusticias.

“La Constitución es cla­ra, dice que los ciudadanos somos los mandantes y los políticos son los mandata­rios. Ellos hablan de gober­nados y gobernantes, pero en realidad nosotros hemos comprado esa idea de que so­mos esclavos, de que tene­mos que seguir solventando toda esa estupidez”, señaló.

EL CASO DE SANDRA LUZ

El pasado 11 de mayo,  la activista Sandra Luz Hernández, quien buscaba  a su hijo desparecido desde 2012, fue asesinada a plena luz del día en Culiacán.

Sandra Luz se convirtió en activista e investigadora a partir de que su hijo, Édgar García Hernández, empleado de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), desapareciera el 12 de febrero de 2012, cuando personas armadas irrumpieron en su casa y se lo llevaron de manera forzada.

Desde entonces comenzó a buscar y seguir pistas y se unió a otras madres con hijos desaparecidos. Protestó, marchó, sostuvo encuentros con autoridades. Todo en vano.

De acuerdo con testimonios recabados por Noroeste, el domingo 11 de mayo una persona se acercó a Sandra cuando se encontraba en un centro comercial. Le dijo que conocía a alguien que podía decirle dónde se encontraba Édgar, su hijo.

Por la mañana del lunes, a las 11:30 horas, sostuvo una reunión con funcionarios de la PGJE y, al salir, se dirigió al Ayuntamiento de Culiacán donde estuvo unos minutos con los pepenadores que mantienen una huelga de hambre.

Entonces recibió la llamada que le indicó dónde sería el encuentro con el supuesto informante. Le reunión sería en un punto de la Colonia Benito Juárez.

Junto a una compañera activista abordó un camión urbano. Al filo de las 16:00 horas caminaba junto a su acompañante por la calle Constitución, esquina con 20 de Septiembre, cuando apareció su victimario quien le disparó en la cabeza, según la versión de algunos testigos y autoridades.

En el lugar, los peritos de la PGJE recogieron 15 casquillos de pistola calibre .9 milímetros.

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