martes, 29 de abril de 2014

Regresan a Torreón los desplazados por la violencia del narcotráfico

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO/ EL SIGLO DE TORREÓN.

Las colonias Cerro de la Cruz y Nuevo México, en la zona metropolitana de Torreón, fueron laceradas por la violencia con la expulsión de decenas de familias de sus hogares, por parte de Los Zetas. Después de años de estar lejos de sus casas y de acciones de las autoridades, hoy sus desplazados regresan y cuentan sus historias.

Las colonias Cerro de la Cruz y Nuevo México, en la zona metropolitana de Torreón, fueron laceradas por la violencia con la expulsión de decenas de familias de sus hogares, por parte de Los Zetas. Después de años de estar lejos de sus casas y de acciones de las autoridades, hoy sus desplazados regresan y cuentan sus historias.

Cuando llegué un día del trabajo, ellos ya estaban dentro de mi casa y nos sacaron. No nos dejaron sacar ni muebles, ni ropa, ni dinero, todo se quedó ahí”, recuerda Ana María Zapata, habitante de la colonia Nuevo México al poniente de Torreón. Lugar donde los cárteles de la droga se instalaron para luchar por la plaza, sembrando la violencia en La Laguna.

“Ellos lo único que nos dijeron fue que nos retiráramos. Que esa casa ya no era de nosotros, sino de ellos. Todo el cerro era de ellos”, comenta Ana María, de 35 años. Esto ocurrió a inicios de 2008.



El panorama en la colonia Nuevo México es desolador. Casas abandonadas, paredes y vidrios con marcas de balas. La escenografía del lugar es muy distinta a la del Torreón del bulevar Independencia o al de los fraccionamientos residenciales, aquí se camina entre las piedras del cerro. Calles estrechas que parecen pasadizos secretos. En el lugar permanecen trincheras armadas con sacos de arena. Finalmente aquí se vivió una guerra.

En la pared de una vieja casa aún está pintada la “Z” que marcaba territorio. En esa misma habitación también se lee: “Chapos rifan”. Son las pintas que evidencian la lucha de cárteles que se vivió no hace muchos años en Torreón. Arriba del cerro de la colonia Nuevo México se encuentra esta casa abandonada por una familia expulsada por la violencia.

El cerro es testigo mudo de una historia de olvido de parte de administraciones panistas y priistas. Paradójicamente la violencia ha obligado a las autoridades de los tres niveles de gobierno a voltear sus ojos a este sector.

Aquí hay 198 casas. A consecuencia de la inseguridad sólo diez familias se quedaron a vivir y a partir de las acciones emprendidas por las autoridades han regresado otras 68. La gente que decidía quedarse a vivir era asesinada o secuestrada, recuerda Ana María. Otra era obligada a “trabajar” para los criminales lavándoles la ropa o preparándoles la comida.

José Ganem, director de Prevención Social del Delito, comenta que en esta colonia se han realizado acciones de reposición de puertas, ventanas, cableado eléctrico, tubería de cobre del agua, sanitarios, reconstrucción de techos, paredes y bardas, además de pintura exterior e interior.

Además las familias, en coordinación con las autoridades, realizan brigadas de limpieza de escombro y maleza. También se realizarán obras de reposición de luminarias, arbotantes, reposición de líneas de agua y drenaje.

El funcionario recuerda que antes de las acciones de gobierno, la colonia era un muladar. En las instalaciones de una escuela abandonada se proyecta crear una escuela de oficios y una guardería para las madres solteras, e incluso para las personas de la tercera edad que se quedaron al cuidado de los nietos.

Fue el 13 de febrero cuando los tres niveles de gobierno, en conjunto con las familias, iniciaron los trabajos de rescate de la colonia Nuevo México.

“A la par de la rehabilitación de las casas tenemos que trabajar en el cierre de duelos, que la gente vuelva a convivir con los vecinos. Tenemos el apoyo de psicólogos, sociólogos; la ayuda tiene que ser integral”, dice el funcionario. En esta colonia el hijo de algún vecino llegó a matar a los hijos de otro. La violencia no hacía diferencias.


José Ganem recuerda que en alguna ocasión quisieron organizar un torneo de futbol en la colonia Nuevo México, pero fue imposible… #aquí no hay jóvenes, muchos murieron al enrolarse en las filas del crimen.”

VÍDEO.

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