Los habitantes de la Sierra Chincua, ubicado entre los municipios de Sénguio y Angangueo, denunciaron que los miembros del crimen organizado se quedaba con una gran parte de las ganancias que se obtenían por el acceso a los santuarios, publicó la revista Expansión el pasado 14 de marzo.
Señalaron que Los Templarios cobraban una cuota de 50 pesos por cada visitante a los encargados de esta reserva, considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El boleto de entrada tiene un costo de entre 80 y 120 pesos por persona.
“Nos cobran por persona, por el boleto que damos para acceder a los santuarios, y se dan cuenta porque nos piden el talonario foliado (numerado) que nosotros expedimos junto con el Ayuntamiento y las autoridades de la Secretaria de Turismo”, cuenta un guía de Sierra Chincua, que pide permanecer en el anonimato en la publicación de Expansión.
Señalan que debido a las extorsiones de los que eran sujetos, varios de los encargados de los santuarios de la monarca de los municipios de Zitácuaro y Angangueo decidieron dejar su trabajo, por lo que disminuyó en un 50 por ciento los ingresos del turismo en la región.
A decir de los habitantes, en el mes de enero con la llegada de las autodefensas y la Policía Federal, se terminaron las extorsiones.
Cabe destacar que desde el mes de octubre la mariposa monarca emigra desde Canadá a Michoacán y el Estado de México. Sierra Chincua y El Rosario son dos de los santuarios más importantes de Michoacán, donde arriba el lepidóptero.
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