jueves, 3 de abril de 2014

El “Príncipe de la Basura”, una sucia historia

FUENTE: LA SILLA ROTA (REDACCIÓN)

Entre sus principales cargos destaca como diputado federal suplente en la LV Legislatura y legislador de la ALDF.

Hijo de Guillermina de la Torre y de Rafael Gutiérrez, conocido como el Rey de la Basura, por ser líder de la Unión de Pepenadores, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre nació el 16 de mayo de 1968 en el Distrito Federal.

Tras la muerte de su padre en 1982, Cuauhtémoc Gutiérrez asumió el liderazgo de la Unión de Pepenadores.

Inició su actividad política en el Frente Juvenil Revolucionario y después en el  Movimiento Territorial.

Posteriormente, fue diputado federal suplente en la LV Legislatura (1991-1994) y diputado de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), de 2000 a 2003. 


En 2011, buscó la candidatura del PRI al Gobierno del Distrito Federal; finalmente, Beatriz Paredes fue la candidata tricolor en las elecciones de 2012.

No obstante, en diciembre de 2012 asumió como presidente del PRI en el DF.

Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre es acusado por contar con una red de prostitución que opera en las mismas oficinas del PRI capitalino. 

En 2003, el diario Reforma publicó que Cuauhtémoc Gutiérrez contrató a 20 mujeres para su atención personal, a quienes les pagó de 8 a 14 mil pesos mensuales.

Testimonios de las presuntas víctimas señalaban que el priísta las intimidaba, al decirles que si no tomaban alcohol y si no hacían trabajos sexuales para él serían despedidas.

Las mujeres eran ‘enganchadas’ al proponerles empleos como secretarias o edecanes; dichas ofertas laborales eran publicadas en periódicos; sin embargo, a las candidatas se les citaba en las oficinas del Movimiento Territorial, del que era dirigente Gutiérrez de la Torre.


Asimismo, en 2013 causó también polémica por enviar supuestamente una carta donde amenazaba a los periodistas Manuel López San Martín y a Jorge Fernández Menéndez; dicha misiva fue exhibida en Proyecto 40 y se observaba la firma de Cuauhtémoc Gutiérrez, así como el logo del PRI DF; días después, el priísta aseguró que esa no era su firma y que no envió ninguna carta intimidatoria.

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