domingo, 6 de abril de 2014

El poder de Javier Lozano en torno la Ley de Telecomunicaciones

FUENTE: REVOLUCIÓN 3.0
AUTOR: RAÚL LINARES.

Al finalizar el tercer día de debates y exposiciones en el Senado de la República, donde confluyeron expertos y agentes involucrados en el tema de la Ley Secundaria en materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión, el balance final, ante las múltiples y discordantes visiones, inclina la balanza hacia un solo punto: Javier Lozano se ha convertido en el personaje enclave, que puede aprobar, rechazar o modificar la iniciativa peñista.

Calificado como “mercenario” por Grupo Dish el pasado 3 de marzo, el presidente de la Comisión de Comunicaciones, ha tomado una posición parcial entorno al enfrentamiento entre Telmex y Televisa, al darle un lugar privilegiado a ésta última.

De hecho, dentro de las expresiones que confluyeron en el foro “Análisis sobre leyes secundarias en materia de telecomunicaciones y radiodifusión”, Francisco Hernández Juárez, líder del Sindicato de Telefonistas de México, calificó a la iniciativa del ejecutivo como la “segunda ley Televisa”.



Asimismo, en sus manos recae el poder de aprobar o rechazar dicha legislación.

De acuerdo a un análisis elaborado por el periodista Jenaro Villamil, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) tienen 61 votos y sólo necesitan “cuatro votos o cuatro ausencias” para aprobar por mayoría simple de 65 votos. Lozano, por su parte, ha asegurado tener entre 10 y 12 votos “amarrados” de su bancada; incluso prometió “uno o dos votos” del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que seguramente serían aportados por Alejandra Barrales, con quien mantiene una buena relación.

El chantaje

Como parte de las negociaciones iniciales, aún antes de que se redactara la propuesta de ley, se acordó que Lozano integraría el equipo de funcionarios que participarían en su redacción, aunque esta participación aún no la reconoce.

“Lozano fue uno de los cuatro redactores de la iniciativa del Ejecutivo federal, junto con el subsecretario de Comunicaciones, Ignacio Peralta; el consejero jurídico de la presidencia, Humberto Castillejos Cervantes, y el estratega jurídico de Grupo Televisa, Javier Tejado Dondé, amigo del panista.

“Oficialmente nadie ha reconocido que estos cuatro personajes formaron parte del war room que procesó, redactó y corrigió los borradores que llegaron a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para dar el toque final a una iniciativa polémica”, sostiene dicha nota publicada en Proceso.

Una vez dada a conocer, Acción Nacional (PAN), en voz de su presidente interina, Cecilia Romero, rechazó asumir los costos políticos de una ley que se considera regresiva; sorpresivamente, el posicionamiento fue dado a conocer junto al líder del PRD, Jesús Zambrano y, posteriormente, la incorporación del senador Javier Corral y Cuauhtémoc Cárdenas que formaron un segundo frente opositor.

Dentro de una cámara dominada por el PRI y sus aliados, en donde se ha denunciado que se están pagando los costos políticos a Televisa-Tv Azteca, derivados de la elección del 2012 en favor de Enrique Peña Nieto, el político poblano ha trabajado en favor para cabildear y limar las aristas que su propio organismo político se ha negado en participar.

En estos trabajos, se sobrepone su negativa a participar en la línea anunciada por el PAN: “Vaya confusión. Pretende @GustavoMadero dictar línea a los @SenadoresdelPAN sobre Reforma de #Telecomunicaciones. Ya no eres jefe nacional”.

Creando un espacio de autonomía entre la dirigencia blanquiazul, acercándose a los senadores identificados con Ernesto Cordero y apelando a que sólo “los expertos y no los políticos” participarán en las modificaciones, Lozano ha buscado en la sociedad civil, en especial, expertos en materia de telecomunicaciones y sectores ligados a éste, la legitimidad de algo que ya ha negociado a puertas cerradas.

Todo esto ha logrado capitalizar a su decisión por varios frentes: por una parte, la del ejecutivo, por la otra, la de la propia Televisa, y por último, el de la sociedad civil que tendrá que solicitarle a él y no al congreso en general, las alteraciones correspondientes a los intereses de los sectores a los que pertenece.

De ahí el papel primordial del foro.

“Mercenario”

Acusado de orientar sus objetivos políticos a favor de Televisa, el 3 de marzo, mediante un desplegado en diversos medios de comunicación, Grupo Dish que mantiene una relación comercial entre Joaquín Vargas, presidente del consorcio de comunicaciones MVS y Carlos Slim, propietario de grupo Carso, acusaron a Lozano de ser un “mercenario” por apoyar a la televisora de Chapultepec.

En su comunicado, Dish acusó a Televisa y TV Azteca de emprender una “embestida” en su contra debido a su fobia por la competencia, asimismo, dejó claro el papel del senador como ariete de esta embestida. Dijo que es atacada tanto en tribunales como en medios de comunicación para “presionar a las autoridades y malinformar a la opinión pública”.


“Lo único cierto es que sus demandas y acciones han sido derrumbadas por las autoridades una tras otra y que su fobia a la competencia es muestra clara de su actuar”, finalizó.

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