jueves, 13 de marzo de 2014

¿Qué pasa en Guadalajara con el transporte público?

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: Manu Ureste.

El pasado viernes 7 de marzo, una joven de 18 años murió en Guadalajara tras ser atropellada por una unidad de transporte público que, según los testigos, manejaba a exceso de velocidad y jugando carreras con el operario de otra unidad. En apenas dos meses, van 14 muertes por accidentes en los que participaron autobuses urbanos.

La tarde del pasado viernes 7 de marzo María Fernanda Vázquez, de 18 años de edad y estudiante de la Preparatoria 10 de la Universidad de Guadalajara (UdeG), espera el transporte urbano junto a otros alumnos de la misma institución, cuando un autobús de la ruta 368 sube bruscamente a la banqueta, choca contra el parabús, y la arrolla. María Fernanda muere.

El suceso, en el que otros 19 jóvenes resultan heridos -cuatro de gravedad-, tiene lugar en las inmediaciones de la Preparatoria, ubicada sobre la lateral de Periférico Norte de la capital tapatía, en una zona escolar repleta de señales de límites de velocidad y topes.

Sin embargo, testigos que viajaban en la unidad accidentada denuncian que el chofer manejaba a exceso de velocidad y jugaba carreras con otro minibús, lo que provoca que perdiera el control de la unidad, se estampara contra los estudiantes, y que tras el atropello emprendiera la fuga, lo cual fue evitado por los propios pasajeros, que incluso intentan lincharlo. 


“Esta es una historia de terror que lleva ya más de 40 años en Guadalajara“, señala en entrevista con Animal Político Alberto Galarza, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) de la UdeG, quien resalta a colación que, con el caso de la joven María Fernanda Vázquez, suman 14 muertes en lo que llevamos de 2014, como resultado de accidentes en los que está involucrado el transporte público (una muerte cada cuatro días).

“Aquí el problema es que, a pesar de que es un servicio público, el transporte urbano se ha tomado de manera histórica como un bien privado, y los concesionarios han hecho lo que les ha dado la gana”, agrega el presidente de la FEU, organización que, junto a la propia Universidad de Guadalajara, convocó el pasado lunes a miles de jóvenes y estudiantes a marchar por las calles de la capital jalisciense en demanda de “Cero Tolerancia” contra el “Pulpo Camionero”, y para exigir una mejora inmediata en la calidad del servicio tras años de promesas incumplidas.


“El operador del camión estaba doblando turno. Y si las condiciones de los operadores son paupérrimas en el estado de Jalisco, ahora imagínese con turnos de 24 por 24. Esto es algo que debería estar prohibido, ya que según la Ley Laboral es un trabajo de alto riesgo, pues implica transportar vidas”, denuncia el representante estudiantil.



Incentivos perversos en la ‘Guerra del peso’

En este mismo sentido, Alicia Preza, periodista del Canal 44 de Guadalajara que estuvo presente en la marcha del pasado lunes, considera que el origen de tantos accidentes (según reconocen las autoridades jaliscienses, hasta 51 personas murieron en 2013 en sucesos que involucran al transporte público), obedece a las condiciones en las que laboran a diario los operadores del transporte público.

“El origen de esta situación es la condición en la que tienen trabajando a los choferes; muchos de ellos laboran por comisión y se manejan por el boletaje. Además, no tienen un horario fijo, ya que muchos trabajan por número de vueltas. Es decir, supongamos que tienen que dar 20 vueltas y que una vez que las terminen se pueden ir. Entonces, completan sus circuitos rapidísimo para marcharse pronto y por eso no respetan los señalamientos y hacen carreritas entre ellos, ya sea por salir pronto del turno, o por ganar mayor número de pasaje y obtener más comisión”, señala.

A esta situación, explica por su parte Alejandra Leal, coordinadora de Seguridad Vial del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP por sus siglas en inglés), se la conoce como “la guerra del peso”, la cual es producto de un esquema en el que el sueldo del operario depende directamente del número de personas que transporte. 

“El esquema hombre-camión, que existe en Guadalajara y también en muchas otras ciudades del país, genera incentivos perversos, ya que los choferes van peleando constantemente por el mayor número de pasaje”, incide Alejandra, que al respecto hace hincapié que su organización considera que para resolver el problema del transporte urbano en Guadalajara se necesita tanto una “profesionalización de los operadores”, como “mejores diseños urbanos de las calles”.  

Crean observatorio ciudadano del transporte público

Para el Doctor Mario Silva, integrante del Colectivo Ecologista Jalisco y de la Plataforma Metropolitana para la Sustentabilidad, aunque esta situación de atropellos mortales por parte de unidades del transporte urbano de Guadalajara no es novedosa -asegura que desde el año 1997 se han registrado mil 154 accidentes mortales-, el suceso del viernes pasado sí supuso “la gota que derramó el vaso”. 

Tanto, que tras la marcha de 30 mil estudiantes del lunes, el gobierno de Jalisco requisó todas las unidades que operan la ruta 368 -donde la joven María Fernanda Vázquez fue atropellada-, regresó la tarifa de transporte de siete a seis pesos, y además aceptó la propuesta de la Universidad de Guadalajara de crear una mesa de trabajo conjunta para dar vida a un observatorio ciudadano del transporte público. 

“La creación de un observatorio ciudadano del transporte es la misma demanda que, desde hace años, tenemos los ciudadanos que estamos en la plataforma metropolitana para la sustentabilidad”, indica Silva, que plantea que este nuevo observatorio debe integrar una comisión evaluadora, que analice la gestión del transporte, presente datos concretos, y a partir de éstos “tomar decisiones por rutas y empezar a elaborar medidas diferentes”.

En cuanto a la reducción del precio del pasaje, Silva considera que aunque es positivo para la ciudadanía, no es algo que se deba aplaudir, ni que vaya a solucionar el problema del transporte urbano en Guadalajara.

“No lo aplaudimos porque anteriormente pedimos que no se subiera, ya que no hay calidad en el transporte. Y no tenían que morir 14 personas en lo que va de año, ni las más de mil en los últimos 15, para llegar a la gran conclusión de que los camioneros, y sobre todo los dueños de las concesiones, no respetan los estándares de calidad mínimos, dignos y necesarios para dar un servicio correcto”. 


“Al bajar la tarifa el Gobierno nos da la razón -concluye el integrante del Colectivo Ecologista Jalisco-. Pero no podemos quedarnos solo con ese punto. Porque esto va a generar conflictos con los concesionarios, y al final el usuario es el que sale perdiendo. Porque las políticas públicas se diseñan desde un escritorio, y desde la comodidad de ir todos los días en un coche con chofer, sin entender el verdadero problema de quienes vamos todos los días en el transporte público de Guadalajara”. 

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