lunes, 10 de marzo de 2014

Los veneros del diablo

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: J. JESÚS LEMUS.

Los grupos de autodefensa surgidos en Michoacán están íntimamente ligados a la operación de las minas en la zona de Tierra Caliente. Estas son la manzana de la discordia entre ellos y los miembros del crimen organizado en la región.

En Michoacán, más del 50 por ciento de las minas en las que se explotan diversos metales y minerales son operadas por células del crimen organizado.

Además, solo el 30 por ciento de las minas en funcionamiento cuentan con la reglamentación exigida por la Federación. 

Todo esto ha sido alentado por la corrupción de algunos funcionarios federales y por representantes de firmas chinas que pagan “lo que sea” y no ponen trabas para la compra de hierro.

Los grupos de autodefensa surgidos en Michoacán están íntimamente ligados a la operación de las minas en la zona de Tierra Caliente, manzana de la discordia entre ellos y los miembros del crimen organizado.


Hasta hace 5 años, el estado producía entre 1 y 1.5 millones de toneladas de hierro al año. Ahora, esa cifra se ha quintuplicado.

La participación del crimen organizado ha hecho producir todas las minas que están abiertas, muchas de las cuales fueron arrebatadas a sus dueños originales, y otras más fueron puestas en operación por los propios miembros de la delincuencia quienes negociaron con funcionarios la entrega de permisos de explotación minera, sin la debida licitación.

De acuerdo al mapa geológico y minero de la Secretaría de Economía del Gobierno Federal, Michoacán ocupa el primer lugar de reservas mineras del país y también es líder en producción y extracción de hierro. 

Hasta antes del 2003, el precio del hierro a nivel mundial se mantenía en 13 dólares por tonelada en bruto. A partir del 2010, el precio subió a 187 dólares por tonelada en bruto, de acuerdo a datos de The Steel Index. 

Pone Comisionado el dedo en la llaga

Al decomisar minas que eran explotadas por personas ligadas al crimen organizado, el Comisionado Federal para la Seguridad y el Desarrollo de Michoacán, Alfredo Castillo, puso el dedo en la llaga.

El Gobierno Federal anunció que se revisará a fondo el otorgamiento de permisos de explotación, luego de que se determinó que las primeras 11 minas incautadas tienen irregularidades que fueron pasadas por alto.

De acuerdo de las investigaciones de Castillo, se estableció que el crimen organizado de Michoacán tiene participación en toda la cadena productiva del hierro.

Coordinan desde la exploración hasta la extracción y criba. Controlan la comercialización y transporte del metal, el cual tiene como destino el puerto de Lázaro Cárdenas, en donde se concentran contenedores chinos.

La totalidad del hierro que se extrae en Michoacán va a parar a cargueros del país asiático, pues con ellos no existe ninguna regulación para la compra del metal. 

Desde hace más de cinco años, la empresa ArcelorMittal denunció el tráfico ilegal de hierro en la zona de Lázaro Cárdenas, pero ninguna instancia federal tomó en serio la denuncia. 

Incluso en el 2013, Virgilio Camacho, ejecutivo de ArcelorMittal, fue asesinado por señalar a las autoridades el robo hormiga que había en sus minas. 

Nadie más volvió a tocar el tema. La misma empresa también denunció ante el Gobierno Federal pasado que estaba siendo víctima de extorsión por parte de la delincuencia, a quienes pagaba 3 dólares por cada tonelada de hierro que extraía.

Comienza la fiebre del hierro

Cuando el 6 de noviembre del 2009 la empresa Ternium inauguró su mina denominada Planta Aquila Nueva Generación, con una inversión de 27 millones de dólares, nadie sospechó que ese sería el inicio de la revuelta social que hoy encara el estado de Michoacán.

Ante la presencia de más de 100 asistentes, el entonces gobernador de Michoacán Leonel Godoy -acompañado por Julián Eguren, presidente ejecutivo de Ternium en México- dio por inaugurado el proyecto al presionar el botón de arranque y develar la placa de Planta Aquila Nueva Generación. Después de eso, hubo una reunión con los comuneros de Aquila.

Ahí, exigieron un pago de 3 dólares por regalías de cada tonelada de hierro que se extrajera. A Ternium le pareció justo el acuerdo y accedió a pagar. A los seis meses, los comuneros decidieron que era poco lo que recibían por la explotación de su suelo y tomaron la mina. El plantón concluyó con un nuevo acuerdo de aumento de regalías.

La minera ofreció un pago de 33 mil 324 pesos mensuales a cada uno de los 401 copropietarios que cedieron la explotación del predio en Aquila, conocido como Las Encinas. Todo parecía ser ideal. Todos ganaban con ese proyecto.

Apenas comenzaron a recibir las regalías por el trabajo de la minera, los grupos de la delincuencia organizada que operaban en la zona de Tierra Caliente exigieron cuota de piso a los pobladores. 

Se les comenzó a  cobrar 2 mil pesos por persona cada mes. Ellos no aceptaron el sometimiento y decidieron armarse. Ese día en Aquila surgió el prototipo de las autodefensas.

Tras el surgimiento de ese grupo de civiles que se armaron para proteger la vida de los que se negaban a compartir las utilidades de Ternium, la misma empresa supo que algunas de sus minas estaban siendo saqueadas. 

El hecho fue denunciado al gobierno estatal, pero no hubo ninguna reacción. Oficialmente Ternium lo niega, pero se comenzaron a organizar guardias blancas para la seguridad de las minas. 

Las autodefensas pasaron de tener carabinas de chispa para su defensa, a portar armas de grueso calibre de uso exclusivo del Ejército.

Los primeros grupos de autodefensa comenzaron a cobrar la cantidad de mil pesos al día por vigilar la planta y las minas de la empresa Ternium. 


Oficialmente el grupo alzado en armas se reconoció como un movimiento civil para luchar contra el crimen organizado, pero nunca se dijo qué intereses serían los que estaban protegiendo.

Algunos medios de comunicación indagaron sobre el grupo armado y sostuvieron la tesis de que se preparaban para recuperar las minas por la fuerza, quitarle la propiedad a Ternium. 

La versión fue desmentida por el uno de los líderes del movimiento.

“Quiero que quede bien claro. El hecho de que haya surgido un grupo de autodefensa en Aquila es en contra del crimen organizado. No nos armamos nosotros en contra de la minera… son dos temas (distintos)”, dijo en su momento Agustín Villanueva Ramírez, en entrevista con Carmen Aristegui.

El grupo de las autodefensas de Aquila fue disuelto el 14 de agosto del 2013. 

Agustín y Vicente Ramírez Villanueva -los dos líderes de la movilización- fueron detenidos por Fuerzas Federales bajo el cargo de delitos graves, como es el uso de armas exclusivas del Ejército. 

Junto con ellos se detuvo a otros 39 civiles armados, a quienes se les sigue un proceso Federal. 

El grupo de Aquila es el único de las autodefensas que a la fecha ha sido desarmado y procesado. 

Permisos a diestra y siniestra

Como parte de las acciones que se llevan a cabo para restablecer el estado de derecho en Michoacán, el Gobierno Federal incautó 11 minas que eran operadas por el crimen organizado. 

La totalidad de los permisos de explotación de esas minas fueron entregados durante el sexenio del presidente Felipe Calderón sin que haya existido una solicitud de por medio, al menos no existe en expedientes.

Desde el 2003 hasta el año 2006, el número de permisos para minas en Michoacán se mantuvo prácticamente sin movimiento. A partir del 2006, la cantidad de permisos creció notablemente. Pasó de los 458 a los 798 permisos de explotación. 

Durante mandato de Calderón los permisos para explotar el subsuelo michoacano crecieron en más de un 178 por ciento, razón atribuida al incremento del precio del hierro en el mercado internacional. La mayor parte de los permisos que se otorgaron fueron para explotar minas de hierro en los municipios de la zona de Tierra Caliente.

Pese a que Michoacán se asienta en un banco multimineral y multimetal -en donde existe abundancia de cobre, plomo, manganeso, magnesio, zinc, plata y oro, solo aumentaron los permisos para la explotación de minas de hierro.

El origen

Tras el surgimiento del primer grupo de autodefensa ligado a la producción minera de Michoacán, se comenzaron a organizar más civiles armados.

Coincidentemente esos grupos hicieron notar su presencia y a hacer manifestaciones públicas en los municipios en donde se han hecho inversiones para algunos proyectos mineros de gran envergadura, siempre por parte de empresas internacionales.

Gabriel Zamora
El grupo de autodefensas se manifestó a mediados del año pasado. Lo que no se ha dicho es que allí se están llevando a cabo trabajos de exploración por parte de la empresa Aur Sources Inc., la que ha adquirido permisos de explotación, por parte de terceros, para extraer cobre, oro y plata.

Huetamo
También hay movimiento civil armado. Ahí, la compañía minera El Baztán realiza trabajos de exploración para extraer plata, plomo, cobre, zinc y oro. 

Aquila
Ahí surgió inicialmente el movimiento de las autodefensas, la empresa Ternium sigue explorando nuevos yacimientos de hierro. 

Lázaro Cárdenas
La empresa Fisher Watt Gold Co. realiza investigaciones tras la ubicación de minas de cobre, ahí también se ha gestado el movimiento de autodefensas. A la fecha Lázaro Cárdenas es bastión de las Fuerzas Federales que llegaron a Michoacán.

Tepalcatepec
Los grupos de autodefensa han destituido al alcalde Guillermo Valencia, ante la pasividad del gobernador Fausto Vallejo. Ahí siguen los trabajos de exploración de la Compañía Minera del Norte, la que tiene concesiones –otorgadas a terceros- para la explotación de un gran yacimiento de hierro.

Huacana
La empresa Rome Resources Ltd. explora nuevas minas para la explotación de yacimientos de oro, plata, cobre, plomo y zinc.

Aguililla 
Hace lo propio para extraer esos mismos metales la empresa Endeavour Silver Corp

Arteaga

La empresa Mittal Steel ha comprado derechos de exploración y explotación de hierro.

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