martes, 18 de marzo de 2014

‘Estamos condenados a muerte’

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: J. JESÚS LEMUS.

José Manuel Mireles reaparece como vocero de los civiles armados en Michoacán para desconocer la alianza con el Gobierno Federal. Tras la captura de Hipólito Mora, el líder y fundador de las autodefensas asegura que ahora todos corren peligro.

José Manuel Mireles de nuevo tomó la palabra. En un comunicado subido al canal YouTube la media noche del pasado sábado, el fundador de los grupos de autodefensas anunció el rompimiento de este grupo de civiles armados con el Gobierno Federal.

Ya no hay alianza para erradicar el crimen organizado en el estado. Mireles lanzó serías acusaciones de complicidad del gobierno estatal de Fausto Vallejo con el cártel de Los Templarios y recriminó la indolencia de la Federación ante la necesidades de seguridad de los pobladores de Tierra Caliente.

Aseguró que todos los integrantes de ese movimiento están dispuestos a la autodefensa de sus bienes o al sacrificio de sus vidas, pero no a dejar las armas ni permitir el avance de criminales.


En el video de 12 minutos -el primero de Mireles luego de que fue destituido por Hipólito Mora y Estanislao Beltrán al frente del movimiento- acusa al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, de no conducirse con honestidad ante las autodefensas y hace señalamientos de relación criminal al gobierno de Vallejo. 

“En Michoacán, gobiernan Los Templarios”, alude Mireles.

En su comunicado, el líder insurgente asegura que el Gobierno Federal ha dejado de ser aliado para convertirse en perseguidor de su movimiento y pone como ejemplo la situación que vive el detenido Hipólito Mora -acusado del asesinato de Rafael Sánchez Moreno y José Luis Torres- sobre el que pesan 35 averiguaciones por robo, extorsión y despojo.

El líder de las autodefensas aseguró que el encarcelamiento de Mora fue un acto inmoral del Gobierno Federal. 

“Primero nos llamaron aliados, avanzábamos juntos, se sacaron fotos con nosotros, que dieron la vuelta al mundo. Nos dijeron interlocutores válidos (pero luego) pidieron nuestro silencio”, destacó.

Mireles señaló que ahora los civiles alzados en armas, cansados de las extorsiones del crimen organizado, están a merced de las Fuerzas Federales de las que fueron aliados.

“Seguimos los demás. Nos quieren amedrentar, nos quieren aniquilar, ojalá pudiéramos vivir en paz y retirarnos”, dijo Mireles con desconfianza. 

Recalcó que el secretario de Gobernación lo exoneró públicamente, y luego lo desprotegió.

“Me dejaron tirado en la cama a merced de los asesinos”.

El líder de las autodefensas de Michoacán no tiene la menor dudad de que habrá más detenciones. Y tiene razones para creerlo.

Durante la semana pasada fueron detenidos 10 hombres de las autodefensas de Tumbiscatío, mientras que en el municipio de Álvaro Obregón –inmediato a la ciudad de Morelia- también fueron apresados otros 28 integrantes de los civiles alzados.

Todos ellos son procesados por delitos graves y fueron internados en la cárcel federal de Puente Grande, en el estado de Jalisco. Esos hechos son los refuerzan las dudas de Mireles sobre la honestidad de los funcionarios federales.

“Nos persigue el gobierno y Los Templarios. Hipólito se sentaba con el Gobierno a dialogar y tres días después es un delincuente. Estamos condenados a muerte”, remarca.

La postura de Mireles fue apoyada abiertamente por el grupo de autodefensas de Uruapan, Pátzcuaro, Apatzingán, Los Reyes, Tancítaro, La Huacana, Aguililla y Cotija. Pero en el comunicado se habla del respaldo de 27 municipios ocupados, sin precisar cuáles son.

Hacen mutis

Los grupos de autodefensa que abandera Luis Antonio Torres Gonzáles, “El Americano”, no han hecho pública su postura ante lo expuesto por Mireles. Tampoco se han pronunciado las dirigencias de otros 14 municipios ocupados por civiles armados. 

Fue “El Americano” quien llevó a prisión a Hipólito Mora, cuya detención ha hecho que Mireles anuncie el rompimiento con el Gobierno Federal.

Por su parte, el gobernador Fausto Vallejo declinó opinar sobre la postura que mantendrá el gobierno estatal de Michoacán frente a los grupos de autodefensa que lo han acusado de servir a los intereses del crimen organizado.

Las contradicciones

Ayer, en un mensaje contradictorio al comunicado en You Tube, José Manuel Mireles filtró versiones en los medios de comunicación local en las que asegura que siguen dialogando con el Gobierno Federal. 

Dice que la guerra que han emprendido las autodefensas es contra el crimen organizado y de ninguna manera la ofensiva va dirigida contra las Fuerzas Federales que han llegado a Michoacán para alcanzar la pacificación.

Sin aclarar de qué acuerdos habla, Mireles dijo que aún hay acuerdo que no han sido cumplidos por la Federación.

“Se nos hace raro que ellos no cumplan, pero sí exigen que nosotros los cumplamos”, remarcó.

Pero resaltó que “no se ha roto la interlocución”, que las autodefensas siguen trabajando como instrumento de inteligencia de las Fuerzas Federales para la detección de los líderes del crimen organizado en el estado.

La ley de los latigazos

Para dejar clara su postura ante el Gobierno Federal, apenas unas horas después de anunciar el rompimiento, José Manuel Mireles -junto con miembros del Consejo de Autodefensas de Michoacán- se posicionó en la plaza principal de Apatzingán para anunciar la conformación del grupo de autodefensas de esa localidad.

Apenas hace una semana, el grupo de civiles armados cedió a la petición del comisionado Alfredo Castillo de no tomar el control de la seguridad del municipio de Apatzingán y dejar esta tarea a las Fuerzas Federales. 

Castillo avaló el regreso a la alcaldía del presidente municipal Uriel Chávez, quien había sido expulsado por las mismas autodefensas. 


Este fin de semana, en un mitin realizado en la plaza principal de Apatzingán, Mireles presentó públicamente a “El comandante cinco”, como jefe de la seguridad pública en el municipio.

No dijo su nombre, pero se sabe que no es el mismo “comandante cinco” que la semana pasada había acusado a Hipólito Mora de ser un asesino y un bandido.

En el acto público, al que asistió medio millar de personas, este “Comandante Cinco” dictó su primera disposición materia de seguridad.

A quienes se les sorprenda vendiendo drogas, se les castigara con 10 latigazos, si reinciden se les darán 20 y si vuelven a desobedecer serán entregados a las autoridades para su encarcelamiento. 


La intención, dijo el jefe de las autodefensas de Apatzingán es lograr cero extorsiones, cero cuotas, no levantones, no asesinatos y menos tráfico de drogas.

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