viernes, 14 de marzo de 2014

“En Guadalajara, detrás de cada chofer hay una historia de extorsión”

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: MANU URESTE.

José Sánchez Rincón, representante de operadores del transporte público de la capital jalisciense, admite que en Guadalajara "el ambiente está muy tenso" contra los choferes tras la muerte el pasado lunes de una joven de 18 años, que fue atropellada por una unidad que iba a exceso de velocidad. Sin embargo, los operarios denuncian que las condiciones en que laboran son "inhumanas".

Jornadas de hasta 15 horas, extorsiones del crimen organizado y de las autoridades, sin seguridad social, sin vacaciones ni horarios de comida, y con la presión de las empresas concesionarias para hacer el mayor número de recorridos en el menor tiempo posible, de lo cual depende el salario que ingresan en casa. Así describe un ex chofer de transporte público el trabajo al que está sujeto cada conductor de autobús en Guadalajara.

A esto, hay que la indignación de la sociedad tapatía tras lo sucedido el pasado viernes 7 de marzo, cuando una unidad de la ruta 368 que iba a exceso de velocidad -y jugando carreras con otro minibús- arrolló a 20 estudiantes de preparatoria, de los cuales la joven de 18 años María Fernanda Vázquez perdió la vida, convirtiéndose en la víctima número 14 en los poco más de dos meses de lo que va de año.

Esta es la “olla a presión” que viven los operadores de los autobuses urbanos de Guadalajara, según explica en una entrevista con Animal Político José Sánchez Rincón, representante de trabajadores del transporte público en la capital jalisciense.
“El ambiente en Guadalajara está muy tenso contra nosotros. La gente está muy molesta, y con razón porque se han producido muchas muertes por causa del transporte público.Y nos disculpamos ante la sociedad si, de alguna manera, damos un pésimo servicio. Pero la gente tiene que saber las condiciones inhumanas en las que trabajamos, y que detrás de cada chofer hay una historia de explotación“, señala Rincón, quien dedicó 22 años a manejar una unidad en la ruta 619, hasta que, denuncia, fue despedido el año pasado por reclamar mejoras para los operadores del transporte urbano.

“No es justificación -insiste-, pero muchas veces es imposible dar un buen servicio. Nuestros horarios son inhumanos, trabajamos de 14 a 15 horas, y si le sumamos que tenemos que ir a cargar diesel, pues ya sólo dormimos tres o cuatro horas”.
“El ambiente en Guadalajara está muy tenso contra nosotros. La gente está muy molesta, y con razón porque se han producido muchas muertes por causa del transporte público”
Cuestionado sobre las ‘carreras’ entre los operarios, el representante de los choferes admitió que es una práctica habitual, aunque denunció que ésta tiene su origen en que les cronometran el tiempo en que completan su ruta, y además les exigen vender cierta cantidad de boletos. De lo contrario, son sancionados.

“Las carreras tienen un motivo. A nosotros los patrones nos exigen que completemos un número determinado de vueltas en un límite de tiempo. Y de no cumplir ese límite nos quitan el dinero de la vuelta.

Y entonces -agrega- es lógico que los choferes busquemos completar las rutas en el tiempo que nos exigen y no perder dinero; necesitamos un salario completo para mantener a nuestras familias”. 

En este contexto, y ante las muestras de indignación de la sociedad -el pasado lunes miles de estudiantes de la Universidad de Guadalajara marcharon para exigir una mejora inmediata en la calidad del servicio tras años de promesas incumplidas-, José Sánchez convocó el miércoles a sus compañeros a salir a la calle y exigir a los empresarios y a las autoridades de Jalisco condiciones de trabajo dignas, para evitar que en Guadalajara se repitan cifras como las de 2013, cuando hasta 51 personas murieron en sucesos que involucran al transporte público.

Sin embargo, Sánchez denuncia que las empresas concesionarias presionaron a los operadores -con la amenaza de perder su puesto de trabajo- para que éstos no salieran a la calle a protestar.

“La intención de la marcha era decir a la gente que también nosotros somos padres de familia y que nunca salimos a la calle con la intención de matar, ni de atropellar a nadie. No somos unos asesinos”, apunta.
En apenas dos meses, hasta 14 personas han muerto en Guadalajara en accidentes que involucran al transporte público; 51 fallecieron en 2013 por este motivo
En cuanto a las medidas a tomar para resolver el problema de los accidentes que involucran al transporte urbano -tras la marcha de los estudiantes el Gobierno estatal aceptó la propuesta de la Universidad de Guadalajara para crear un Observatorio Ciudadano del Transporte Público-, el ex chofer resalta que, además de mejorar las unidades, “lo primordial” es revisar las condiciones en que trabajan quienes las manejan a diario.

“Lo que pedimos a las autoridades es un salario digno y que nos aseguren, ya que la mayoría de los choferes de transporte público no tienen seguridad social, y los pocos que sí la tienen están con lo mínimo que la ley establece, lo cual nos condena a una pensión miserable. Es decir -concluye-, aunque es importante que revisen las unidades, lo primordial es mejorar las condiciones de los choferes porque, de lo contrario, los accidentes del transporte público en Guadalajara van a seguir”. 

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