miércoles, 5 de febrero de 2014

La autodefensa, opción viable y perfectible

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: LUCIANO CAMPOS GARZA.

Dos exalcaldes del área metropolitana de Monterrey, uno panista y otro priista, quienes son mencionados como posibles candidatos a la próxima gubernatura de Nuevo León, no solamente lograron reducir notablemente los delitos en sus demarcaciones con proyectos municipales que desafiaron a las estructuras y estrategias federales y estatales, sino que aprueban las autodefensas en todas las zonas olvidadas del país que no reciben seguridad por parte de las fuerzas gubernamentales.

MONTERREY, NL: Dos exalcaldes metropolitanos, el panista Mauricio Fernández Garza, de San Pedro, y el priista Jaime Rodríguez Calderón, del municipio de García, impulsaron sus propios proyectos municipales de autodefensa y, por encima de las estructuras que pretendieron imponer los gobiernos federal y estatal, consiguieron reducir los índices de delincuencia.

El albiazul conformó un “equipo rudo” con el que confrontó directamente a las bandas criminales que pretendían instalarse en el municipio. El tricolor hizo su propia policía comunitaria al designar en cada colonia a un juez auxiliar y a un policía de barrio, que se encargaron de denunciar y prevenir las acciones delictivas.

Ambos, alcaldes en el trienio 2009-2012, coinciden en que la creación de pelotones civiles de autodefensa en Michoacán evidencia la inutilidad de las estructuras de gobierno, que contemplaron pacientes el avance de la agrupación de Los Caballeros Templarios.

Mauricio Fernández justifica la conformación de los grupos de rancheros que tomaron las armas para pertrecharse en sus comunidades, aunque advierte sobre el riesgo de que se salgan de control, como ocurrió en Colombia, cuando los civiles primero se defendieron y después detentaron el poder para extorsionar.

Jaime Rodríguez dice estar seguro de que las autodefensas no se desviarán y considera que una estrategia similar puede ser empleada en los municipios rurales de Nuevo León, asolados por los criminales y olvidados por el gobernador Rodrigo Medina, quien sólo los visita en helicóptero y desconoce la dura realidad que viven.

Como políticos, ambos son incómodos porque ignoran la línea de sus respectivos partidos y han sido críticos al interior de los mismos.


Fragmento del reportaje que se publica en la edición 1944 de la revista Proceso, actualmente en circulación.

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