miércoles, 12 de febrero de 2014

De educador a presunto defraudador

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: ARMANDO ESTROP.

David Ricardo de la Garza Leal, apoderado legal del sitio de taxis Excelencia, fue parte del escándalo del programa Enciclomedia, uno de los proyectos insignia en educación del sexenio de Vicente Fox que terminó en un fraude.

El apoderado legal del sitio de taxis Excelencia que opera en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) estuvo involucrado en un presunto fraude de escala nacional y millonaria.

David Ricardo de la Garza Leal, quien con el aval de las autoridades aeroportuarias pudo lograr convertir una deuda –al propio aeropuerto- de casi 100 millones de pesos en un crédito a cómodas mensualidades, fue parte del escándalo del programa Enciclomedia.

Uno de los proyectos insignia en educación del sexenio de Vicente Fox terminó finalmente en un fraude. Funcionarios del gobierno y asesores fueron investigados por su enriquecimiento inexplicable.

Finalmente Enciclomedia tuvo que desaparecer y pasó a la historia como uno de tantos proyectos de despilfarro y relumbrón de las administraciones presidenciales panistas.

La participación de De la Garza Leal -a quien en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México ubican como el verdadero dueño de los taxis Excelencia- no fue menor. Él era presidente del Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE) y fue el principal asesor de Enciclomedia. 

El programa consistía en un sistema de aprendizaje utilizando herramientas tecnológicas como el Internet. Contemplaba el uso de pizarrones electrónicos en los salones de clase y recursos multimedia.

Justo en los años en los que la polémica por las irregularidades de este proyecto educativo estaban siendo investigados, fue cuando el AICM firmó un contrato con Sitio Excelencia para que diera servicio de autotransporte de pasajeros.

Mientras el Gobierno Federal investigaba un larga lista de propiedades que presuntamente pertenecían a De la Garza Leal, el polémico sitio de taxis empezaba a dar servicio en la terminal aérea.

Incluso, al oficial mayor de la Secretaría de Educación, Francisco Medellín Leal, también se le investigó. Hubo pronunciamientos por parte de la Cámara de Diputados ante las evidencias del gasto e ineficiencia del programa.

Sin embargo, como todos los fraudes millonarios de los gobiernos, el tema de pronto desapareció entre acuerdos políticos, perdones transexenales y silencio cómplice. 

Ahora, David Ricardo de la Garza Leal se encuentra en otro caso lleno de irregularidades. Firmó como aval un convenio entre el sitio Excelencia y el Aeropuerto desacatando la sentencia de un juez.

Fuentes en el AICM coinciden que es de los principales socios o el total propietario aunque en los documentos aparece como apoderado legal.

Por parte del director comercial del AICM, Rafael Castro González –promotor del acuerdo- hubo serias violaciones a su normativa interna pues pasó por alto el tener la previa autorización del Consejo de Administración. 

El convenio consiste en permitir a la empresa de autotransporte que pague su deuda de casi 100 millones de pesos en un plazo de seis años.

También le permite seguir operando a pesar de no cumplir con los requisitos que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes les exige a quienes les otorga una concesión de autotransporte.

Todo esto con el respaldo del director general del Aeropuerto, Alfonso Sarabia.

De Enciclomedia directo al AICM

Se dice que empresa pobre tiene siempre a un empresario rico.

David Ricardo de la Garza Leal pasó de ser un experto en materia educativa a un próspero empresario del autotransporte. Vinculado a la empresa de Sitios Excelencia, firmó como aval de un convenio lleno de irregularidades.

Al calce de su firma en el documento se incluye el nombre de la empresa Regio Colocaciones Corporativas SA de CV, que fue el consorcio que ofreció el respaldo para el pago de casi 100 millones de pesos que adeuda Sitios Excelencia.

Sin embargo, la empresa -ubicada en la Calle Paricutín 100 en la Colonia Nuevo Repueblo, en Monterrey- dista mucho de ser parte del sector de autotransporte pues en el lugar opera un banco.

Desde la entrada de la compañía de taxis al AICM, las autoridades le hicieron honor al nombre y le dieron un excelente trato. El aeropuerto publicó el 9 de enero del 2009 un comunicado de prensa que más parece un promocional.

“Además de contar con una flotilla totalmente nueva, esta empresa ofrece otros beneficios, como tarifas más bajas. Por ejemplo, en la zona 1, que contempla las colonias más cercanas al Aeropuerto, con la nueva empresa cuesta 20 pesos, contra la tarifa actual que es de 80 pesos.

“Servicios de Excelencia cobra 200 pesos por un viaje a la zona 9, en vehículo sedán, mientras que la tarifa vigente en las otras empresas es de 300 pesos. Además el pasajero también tendría ahorros significativos si su viaje es foráneo (con destino a ciudades como Querétaro, Cuernavaca, Puebla o Toluca). Por ejemplo un traslado del aeropuerto capitalino a la Ciudad de Puebla, en sedán, actualmente cuesta mil 200 pesos. Con la nueva empresa, la tarifa es de solo 850 pesos”.

Y así sigue el largo boletín promocionando a la empresa que tan solo dos años después demandara al aeropuerto, además de no pagar las contraprestaciones que se le exigieron mediante contrato firmado.

En noviembre del 2007, la periodista Sonia del Valle publicó en el diario Reforma otra de las andanzas del empresario De la Garza Leal. Fingió “el regalo” del programa de Enciclomedia a la nación por parte de su autor Felipe Bracho.

El propietario intelectual del programa educativo firmó con el ahora empresario del autotransporte un convenio con el cual, por la cantidad de 200 pesos, se entregaban todos los derechos al gobierno mexicano para poder explotarlos.


De la Garza Leal era entonces el presidente del Instituto Latinoamericano para la Comunicación Educativa (ILCE).

Sin embargo, tras este acto de altruismo se encontraba la realidad. Existió otro convenio en el que Felipe Bracho recibió el pago de 6 millones de pesos y a cambio permitía al ILCE comercializar Enciclomedia en México a través de la Secretaría de Educación Pública y en todo Latinoamérica.

Poco a poco se fueron descubriendo más y más problemas con Enciclomedia, al grado que el gobierno federal abrió una investigación en contra de varios ex funcionarios y también contra David Ricardo de la Garza Leal.

Ni autoridad ni ley ni reglamento

El buen trato de parte de la dirección general del aeropuerto para la empresa Excelencia se traduce incluso en la violación del reglamento de autotransporte federal que aplican de manera implacable a otros servicios de taxi.

La dirección jurídica, a cargo de Martín Vázquez, ha pasado por alto la larga serie de irregularidades jurídicas que se derivarán, luego de que el director comercial, Rafael Castro González, firmara el controversial convenio.

Esto, aunado a que el Órgano Interno de Control, cuyo titular Víctor Manuel Martínez Paz, ha parado las investigaciones y voltea para otro lado a fin de evitar mediar en el conflicto que se ha generado.

Y es que un Tribunal Colegiado obligó a Servicios Excelencia a devolver 60 unidades Ford Transit a la empresa Automotriz Zapata SA.

Con esto la empresa de taxis incumple con lo establecido en el artículo séptimo del citado reglamento que a la letra, dice: 

“Artículo 7.- Los permisos para el servicio de autotransporte federal de pasajeros se otorgarán a todo aquel que cumpla con lo siguiente:

VII) Acreditar la propiedad o legal posesión del vehículo con factura, carta factura contrato de arrendamiento o documento del Registro Nacional de Vehículos”.

Y Excelencia no podría cumplir con este ordenamiento ya que el Juez Trigésimo de lo Civil en el Distrito Federal, Silvestre Constantino González Gil dictó sentencia definitiva en la que ordenó que Excelencia devolviera los 60 vehículos y pagar un monto de 29 millones de pesos por la renta de la ocupación de esos automotores.

Violación tras violación la empresa sigue dando su servicio sin que nadie los detenga.

Ninguna autoridad se ha manifestado sobre el tema. Ni el AICM ni su consejo de Administración. Tampoco la SCT.


Contrario al discurso de respeto a la Ley, todo parece indicar que en el aeropuerto a quien se salta las normas se le da un trato de “Excelencia”.

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