lunes, 13 de enero de 2014

Hágase su propia idea de la Reforma Energética

FUENTE: REVOLUCIÓN 3.0/ PROYECTO DIEZ.
AUTOR: CARLOS PELAYO SILVA.

El revuelo social que ha causado la reforma energética es “natural”. ¿No estaría usted preocupado por la principal fuente de ingresos del gobierno? Si de por sí uno se la pasa viviendo en la crisis y las promesas.

Puede que el gobierno federal en su ímpetu paternalista piense que los ciudadanos somos estúpidos y ¿Qué es lo escuchamos de la reforma energética? Una campaña mediática, romántica y parcial sin información concisa. Una estrategia de comunicación vacía; se remiten a decir que el petróleo seguirá siendo de los mexicanos y que bajarán los precios de la gasolina y la luz cuando en realidad subieron.

¿Cuál sería la reacción más natural de cualquiera de nosotros cuando no conocemos algo? ¿Miedo y desconfianza?

Muchos ciudadanos nos opusimos a la reforma por esta falta de claridad y vacíos de información. Reaccionamos con indignación y ¿qué nos llevamos por eso? Que nos tacharán de izquierdistas, “rojos”‘ subversivos, “amloistas” etc. ¿Qué acaso no teníamos derecho a dudar? Algunos de nosotros tenemos bastante memoria para recordar los errores cometidos por el PRI a lo largo de los años -y también del PAN-



¿No es natural desconfiar de tantas tragedias? ¿De todo lo podrido del sistema político y de sus partidos? ¿De la tecnocracia neoliberal culpable de hacer al segundo hombre más rico del mundo? Y a muchos otros cínicos como Salinas Pliego.

En una travesía muy modesta por recuperar opiniones sobre la reforma energética descubrí que muchos no estábamos en contra de una reforma, sino de los modos de hacerla. Siempre estuvimos conscientes que Pemex necesitaba renovarse. Algunos de nosotros fuimos más morbosos que los demás, y descubrimos -picándole al google- que todos los titulares de la Secretaría de Hacienda, Energía y de la paraestatal Pemex desde Salinas a Peña Nieto son socios y cabilderos de las trasnacionales beneficiadas por la reforma. Algunos de ellos son Aspe, Reyes Heroles, Ruiz Sacristán, Lozoya Austin, Kessel, Lajous, Ramírez Corzo, Suárez Coppel y el doctor en economía Luis Videgaray.

Otros ciudadanos fuimos un poco masoquistas y picándole de nuevo a Google descubrimos que la tesis doctoral del secretario de Hacienda se titula “La respuesta fiscal a las crisis petroleras”. Al leer un resumen de su tesis uno podría darse cuenta que este hombre es brillante y peligroso. Según el portal de internet SDPNoticias, Videgaray hace énfasis en que:

“Basados en experiencias pasadas, podemos decir que entre más autocrático es un gobierno, menos gasto habrá cuando haya un golpe al petróleo, por el contrario, las democracias bien constituidas tienden a gastar más de lo necesario ante los mismos eventos”

Con esta información uno puede “medio” inferir el verdadero espíritu de una tajada reforma política y de la nueva iniciativa de Peña por suspender ciertas garantías individuales si el gobierno considera que usted quebrantando la paz en el espacio público. El argumento es sencillo, entre menos democrático sea un país mejores prospectivas macroeconómicas ¿Y de que sirve con un país de 50 millones de pobres y una clase media obligada a reducirse? ¿De qué sirve una reforma hacendaria que cobra más ISR que en Estados Unidos? Allá por lo menos ven reflejados sus impuestos. Aquí ni seguridad tenemos, es un Estado fallido dedicado a succionar, un Estado que no piensa en generar condiciones necesarias para el desarrollo de millones de mexicanos que trabajan en la informalidad. Pero aún así el Estado argumenta que de la renta petrolera se destinarán recursos a programas sociales pero no servirán hasta que entiendan que no se hacen como si fueran vil obra pública.

Otros ciudadanos fuimos tan mal pensados que al ver la ponencia de Castells sobre movimientos sociales (en donde afirmó que no puede haber cambios sociales en un estado prevaleciente de la violencia) intuimos que la guerra contra el narcotráfico que comenzó Calderón fue una vil estrategia económica para mantener al pueblo aletargado mientras aprobaban nuevos negocios petroleros. No sería nada raro, ni nuevo porque sí usted se pone a leer “la doctrina del shock” de Naomi Klein entenderá como los gobiernos utilizan el miedo para hacer sus desfachateces.

Y finalmente algunos otros le dimos seguimiento a la novela política de “la ventana rota” por los hechos suscitados en el Congreso de Jalisco el día de la aprobación de la reforma. El PRI acusó a MC de orquestar una manifestación violenta por medio de sus asesores. MC hablo de los levantamientos ilegales que hizo la fiscalía; y Reporte Índigo tocó el tema de un activista -de movilidad- levantado, acusado y negociado de manera arbitraria e incorrecta.

Viéndolo desde una perspectiva neutral, no importa que partido tuvo la razón sobre “la ventana rota” porque ambos mancharon, en su lucha electoral, al ciudadano común que realmente está indignado por lo que está pasando en este país.

Uno de los principales planteamientos en el chisme de “la ventana rota” era el uso de la violencia. Algunos argumentaban -así como lo dijo Castells – que la violencia desprestigia a los movimientos sociales.

Y en el último suspiro lujurioso de conocimiento, otros ciudadanos investigamos sobre tipos de violencia y descubrimos que el romper una ventana no tiene comparación con la violencia institucional y económica que aplicó el Estado con sus reformas estructurales.

Para finalizar con broche de oro, le recomiendo leer la nueva de Fox donde se afirma que está haciendo su coperacha de 500 millones de dólares para invertirlos en que cree usted. Si, adivino, en petróleo.


Y ya con estos parches de la realidad, lo invito a que se haga su propia idea, próspera o fatalista, de la reforma energética.

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