AUTOR: MARIANA SUÁREZ.
Buscamos prevenir delitos porque a la autoridad casi no se le ve por aquí, señalan. Con organización, silbatos y campanas implementan sistema de alerta vecinal.
En las casas de la calle Prolongación Acolco el mensaje es claro: Te estamos vigilando. Vecinos Unidos.
Con imágenes de un ojo avizor en los domicilios, simulacros con silbatos y la creación de un directorio vecinal los de aquí nos cuidamos a nosotros mismos, refirió Sergio Hernández, uno de los impulsores de la iniciativa, quien afirmó que buscan prevenir delitos y estar alerta, pues a la autoridad casi no se le ve por aquí.
Luego de que meses atrás, en otros barrios de la delegación, aparecieron mantas en las que se amenazaba con linchar a los delincuentes, pensaron también en hacerlo; sin embargo, decidieron cambiar de estrategia.
Cuando los asaltos, robos a casa habitación y hurto de cableado se convirtieron en constante en la comunidad, realizaron asambleas vecinales y comenzamos a actuar.
Con recursos que hoy ascienden a 10 mil pesos y ante la ausencia de alumbrado público los colonos compraron tres lámparas que colocaron a lo largo de la calle, adquirieron silbatos y campanas y mandaron hacer calcomanías con un ojo al centro, para advertir al delincuente de la organización y vigilancia de los residentes.
Implementamos un sistema de alarma vecinal con silbatos y campanas. Hemos hecho hasta el momento cuatro simulacros a distintas horas, entre la una y las dos de la mañana; entonces, una persona inicia la alarma, después se encadena con los demás vecinos y una vez que está generalizada, todos salimos a ver qué pasa, relató.
Hampones se han desplazado
Con las acciones vecinales, aseguran los habitantes, los asaltantes, al verse en evidencia, se han ido a otros lados; incluso “han dejado de vender droga en una esquina que tenían tomada por la falta de alumbrado”.
La intención, afirman, es prevenir, pues al vernos organizados difícilmente se van a arriesgar a cometer un ilícito. No queremos generar más violencia, pero sí mandar a los delincuentes un mensaje claro de que no vamos a permitir que nos roben o asalten.
Ante lo omiso de las autoridades, subrayaron, no vamos a esperar a que vengan y resuelvan nuestros problemas, porque ya se les dijo muchas veces que necesitamos seguridad, alumbrado, y pues siempre nos dan vueltas y o no hay presupuesto o no hay personal. Ya se rebasó el punto que esperamos de la autoridad.
En promedio, en la zona de Acolco hay 90 familias, de las cuales 70 participan en las juntas y los simulacros.
En tanto, en el barrio de Ahualapa, también en Santa Cruz, la gente organiza jornadas de limpieza y mantenimiento a áreas verdes.
Con machete en mano para cortar la maleza que se acumula en los prados, vecinos aseguran estar olvidados por las autoridades al ser una zona que no se deja y pelea por lo que le corresponde.
Por ello, a la entrada del barrio es posible leer en una manta: Estos predios fueron recuperados a base de lucha por parte de la comunidad de Santa Cruz Acalpixca, y son de la comunidad para la comunidad.
Don Ramiro Sánchez Rodríguez asegura que en la zona carecen de agua, drenaje y las calles de Ahualapa se inundan con cualquier aguacerito.
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