jueves, 5 de diciembre de 2013

Resistencia por correspondencia

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: ARMANDO ESTROP.

Senadores de izquierda entregan cartas a empresas transnacionales dedicadas al sector energético para advertir de los peligros de invertir en México.

En la defensa del petróleo los partidos de izquierda tienen ahora una estrategia más planeada. Conscientes de que el PRI y el PAN están decididos a pasarla en las Cámaras del Congreso los opositores han decidido ir un paso adelante.

Para eso están entregando cartas a los directores generales de las empresas transnacionales dedicadas el sector energético para advertirlos de los peligros de invertir en el país.

Las misivas también están siendo enviadas a los presidentes de los países en donde hay empresas que pudieran estar interesadas en invertir en México.

El senador perredista Luis Sánchez aseguró que con estas cartas lo que buscan es dejar constancia y convencer a los jefes de empresa que el panorama para ellos es incierto por la gran cantidad de mexicanos que están en contra de la reforma energética.

“Tiene como propósito alertar a los posibles inversionistas de que pueden caer en un engaño. Tenemos que alertarlos que el presidente Enrique Peña Nieto no les dice toda la verdad”, indicó.

Las cartas, explicó el senador, serán enviadas a las 10 de las principales empresas petroleras.

EXXON Chevron Texaco, Total, British Petroleum, Shell, Petrobras, Statoil Enegy, Synopecc y Repsol.

Además de que también se les hacen llegar a tres senadores de Estados Unidos: Ron Wyden presidente de la Comisión de Energía y Recursos Naturales; Jay D. Rockefeller IV, presidente de la Comisión de Comercio, Ciencia y Transporte; Robert Menendez, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores.

“Les estamos diciendo que no es suficiente con modificar la Constitución, porque la propia Constitución establece otro mecanismo y es justamente lo que se modificó el año pasado que es el artículo 35 y le da la facultad a la sociedad de opinar en temas relevantes en México, y el tema energético es muy importante, muy relevante.

“Esto tendrá que pasar necesariamente por la consulta popular. Es un deber darles a conocer si invierten. Toda la fracción del PRD y Partido del Trabajo en el Senado las está firmando y vamos a buscar también a la senadora Layda Sansores”, dijo.

En la carta les hacen patente que los partidos de izquierda están exigiendo una consulta pública que podría complicar más la puesta en marcha de la reforma y que ante ese escenario deben de tomar precauciones.

“El artículo 35 Constitucional, instituye el derecho de los ciudadanos mexicanos a ser consultados sobre los asuntos de trascendencia nacional, cuyos resultados serían vinculantes para los poderes Ejecutivo y Legislativo federales y para las autoridades competentes”, agregó.

Insisten en que la Constitución regula claramente el sector energético como estratégico y un cambio en ese sentido traería consecuencias en otros ámbitos e instituciones que existen para darle verticalidad a ese precepto.

“Los asuntos petroleros tienen un valor más allá de lo económico para los mexicanos, por ello la Constitución establece que los hidrocarburos que se localicen en el territorio nacional son propiedad de la nación y que ella mantendrá, en todo momento el dominio directo sobre ellos (Art. 27 Constitucional).

“Razón por la que se prohíbe el otorgamiento de concesiones o contratos; y el Estado se reserva en exclusiva su explotación; así como la propiedad y el control de los organismos públicos que se establecieran para los efectos señalados”, dijo.

En otra carta –de las primeras que se enviaron- que ya han sido entregadas, fue a H. Rex Tillerson, de la empresa EXXON, y en ella se le adelanta que existen riesgos de firmar contratos con el gobierno mexicanos pues estos no cuentan con la certeza jurídica necesaria.

“El petróleo en México, señor Tillerson, no es de Enrique Peña Nieto, no del gobierno ni siquiera del Estado, por justicia y derecho, es del pueblo y de la nación. De modo que lo exhortamos a medir las consecuencias de establecer relaciones de negocios con un gobierno que pretende transgredir los principios básicos y el espíritu de nuestra ley fundacional”, dice una de las misivas.

En el texto, firmado por Andrés Manuel López Obrador, y con fecha del 5 de noviembre, se asegura que la reforma constitucional, que se pretende empezar a dictaminar este jueves, no cuenta con el apoyo de todos los mexicanos.

Le explican al capitán de empresa de origen texano que la corrupción que impera en el gobierno mexicano le permite tener el control de las cámaras del Congreso y así poder dar el aval a una reforma con la que los ciudadanos no están de acuerdo.

“En el caso del gobierno de México, desgraciadamente impera la corrupción política, y mediante procedimientos inmorales, el titular del Poder Ejecutivo controla a la mayoría de los diputados y senadores, y ejerce dominio sobre el Congreso.

“En consecuencia, la reforma constitucional que también incluye modificar el artículo 28 para privatizar el sector energético en su totalidad, no cuenta con la legitimidad ni con el consenso de los mexicanos.

“Por eso alertamos a tiempo a usted y a los accionistas de su empresa, que el firmar contratos de utilidad compartida o invertir en la refinación, la petroquímica, el gas y la industria eléctrica, sería como comprar mercancía sin factura, algo chueco, propio de la piratería. Asimismo, hacemos de su conocimiento de un atentado contra el interés nacional”.

El tianguis del cerco

“Lleve la mica para su celular 10 pesos”. “El pants para el uniforme deportivo, llévelo barato”. “Pantalón Vaquero a 100 pesos”, se lee en un cartón verde fluorescente.

Pantuflas, chanclas, libros películas, hasta discos con 300 éxitos de alabanzas cristianas.

El cerco que los seguidores de Andrés Manuel López Obrador hicieron al Senado de la República se convirtió literalmente en un mercado.

La afamada avenida Paseo de la Reforma tiene otra aventura en su anecdotario.

Cientos de personas acudieron al llamado que hizo López Obrador para impedir la aprobación de la reforma energética. Él ahora está en un hospital al sur de la Ciudad, muchos lo critican porque es el hospital al que acuden los políticos que él critica.

Pero nada de eso hace mella en sus seguidores –en su mayoría personas de la tercera edad- que están dispuestos a pasar hambre y frío para defender el petróleo.

Los cercanos al excandidato presidencial recorren el cerco. Claudia Sheinbaum camina con cara de preocupación, frunce el ceño, da órdenes. La senadora Layda Sansores es de las que más causa sensación, todos quieren sacarse la foto con ella.

Por ahí camina también la abogada Talía Vázquez Alatorre, quien denunció una mafia de funcionarios en la Secretaría de Gobernación que otorgaba permisos irregulares para casinos.

A la valla humana la acompaña un delgado cordel blanco con el que impiden el paso a todos. En el nadie pasa van incluidos empleados del Senado y hasta el propio Manuel Bartlett, legislador del Partido del Trabajo que se opone a la reforma.

El paletero tiene gran éxito. Se anuncia diciendo que el petróleo no se vende, pero sus paletas sí. Se hace fila para comprar el dulce de hielo en un clima que a pesar de las alertas de bajas temperaturas de la Conagua se siente realmente caluroso.

Si se intenta entrevistar a los participantes primero preguntan el medio, luego despotrican contra Televisa y contra el presidente Enrique Peña Nieto.

A la hora de dar su nombre todo cambia. El rostro se transforma y ya no quieren hablar. Lo que aseguran es que el petróleo no se vende. Aunque en realidad de la venta de petróleo es de lo que está formado un gran porcentaje del presupuesto del país.

La mayoría están más por apoyar a López Obrador que por lo que saben de la reforma energética. Es convicción a su líder no al petróleo.

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