viernes, 20 de diciembre de 2013

Heridas de Yakiri demuestran que se defendió de un ataque: peritaje

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: PARIS MARTÍNEZ.

Aunque el pasado martes, 17 de diciembre, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) negó que Yakiri Rubí Rubio hubiese sido violada por Miguel Ángel Ramírez Anaya –hombre al que la joven le quitó la vida en defensa propia, según sus alegatos–, y razón por la cual fue procesada penalmente por el presunto delito de homicidio calificado, esta dependencia debió retractarse un día después y, a la par de la indagatoria por asesinato, ayer, 19 de diciemebre, inició también una averiguación previa de este ataque sexual, tras confirmar que sí existen evidencias de su ocurrencia.

Sin embargo, tal como revela el peritaje en criminalística elaborado por la defensa de la joven, la falta de un adecuado seguimiento a la denuncia de violación, misma que justificaría la legítima defensa, no es la única anomalía presente en la averiguación emprendida por la PGJDF, en torno a los hechos ocurridos el 9 de diciembre pasado en la colonia Doctores.



A continuación, Animal Político te presenta un resumen del peritaje elaborado por el técnico en criminalística de campo Juan Manuel Valle Martínez –profesor de criminalística de la especialidad de medicina forense del Instituto Politécnico Nacional y de la Unidad de Seminarios de la UNAM–, el cual toma como base de análisis las actas ministeriales elaboradas por la PGJDF:
En primera instancia, señala el estudio, la Procuraduría del DF no hizo nada por preservar el lugar de los hechos, a grado tal que el hotel Alcázar, donde la joven afirma haber sido atacada, siguió operando, lo cual “determina que en un momento dado pudo ser contaminado por el gran número de personas que asistieron al lugar, situación que podría darnos falsas positivas o falsas negativas en el resultado de la presente investigación”.

Cabe destacar que, según las actas de la PGJDF, en el lugar del ataque “se pudo apreciar al personal de la SSP, Policía de Investigación, Personal ministerial actuante, así como algunos empleados del hotel deambulando en el mismo”.

Además, señala el perito Valle Martínez, los expertos de la PGJDF tampoco incluyeron en actas una descripción detallada de la ropa de Yakiri (dato básico, debido a que sus desgarraduras prueban que le fueron arrancadas por la fuerza).

Por otro lado, según el peritaje de la defensa, las cartas encontradas en el bolso de la muchacha –usadas por la PGJDF para afirmar que la muchacha sostenía una relación sentimental con el occiso y, por lo tanto, que se trató de un crimen pasional–, en ningún punto señalan que fueran dirigidas a Yakiri, razón por la cual la Procuraduría no podría sostener que son evidencia de una relación sentimental.

Cabe destacar, además, que el verdadero remitente de estas misivas ya se presentó a reclamar su autoría, por lo cual tampoco podría afirmarse que fueron redactadas por el hoy occiso.

Asimismo, el estudio destaca que “la declaración ministerial de los policías remitentes no puede ser confiable, en virtud de que, como ellos mismos lo declaran, arribaron al lugar de los acontecimientos en diferentes momentos y en diferentes circunstancias, sin embargo, todos coinciden en una sola declaración, situación que demuestra que el personal del MP ocupa un solo formato para declarar a cada uno de sus elementos y únicamente cambia algunos datos, para personalizar dichas declaraciones.

Otra irregularidad es que, al realizar la autopsia del cadáver, “no se ilustran fotográficamente las lesiones, para establecer congruencia con su descripción, y en ningún momento se establece una adecuada posición víctima-victimario”, lo cual es un elemento clave para determinar si existió o no un homicidio calificado, o un acto de defensa legítima.

Por último, remata el estudio, las lesiones presentes en Yakiri (cortes en las palmas de las manos y en los antebrazos) “demuestran que el hoy occiso empuñaba el instrumento (agresor) durante el desarrollo de los hechos en los que fuera privado de la vida”, lo cual confirma la declaración de la muchacha, quien afirma que empujó el cuchillo con el que era torturada, provocando que éste se clavara en el cuello de su atacante.

La trasladan a Tepepan


Yakiri Rubí fue trasladada del Centro Femenil de Santa Martha Acatitla al de Tepepan, luego que reportó agresiones por parte de seis internas, según dio a conocer su padre, José Luis Rubio.

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