martes, 17 de diciembre de 2013

Amargan a Mancera cierre de año

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: ICELA LAGUNAS.

Mientras una iniciativa ciudadana exige la renuncia del jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, internamente la Auditoría Superior de la Federación revisa con lupa los recursos destinados a la Línea 12 del Metro. Algunos funcionarios son llamados a rendir cuentas.

El enojo ciudadano por el aumento al boleto del Metro no para. Luego de un fin de semana de intensas protestas surgió la exigencia: “Mancera, no te quiero gobernando mi ciudad” a partir de la cual se convoca a juntar adeptos para pedir la renuncia inmediata de Miguel Ángel Mancera como jefe de Gobierno del Distrito Federal.

Alejandra Núñez es el nombre de la supuesta ciudadana que se ostenta como la responsable de la peculiar convocatoria. En la página de internet www.change.org publica que en tan sólo dos días, mil ciudadanos firmaron a favor de exigir la renuncia del exprocurador capitalino.

El jefe de Gobierno capitalino tuvo un mal fin de semana. Al asistir como invitado al informe de la senadora del PRD, Dolores Padierna Luna, Mancera Espinosa fue abucheado.



Ni hablar de los activistas del @posmesalto quienes cumplieron su amenaza de burlar los torniquetes en repudio al aumento a la tarifa.

Mientras el descontento por el alza en el costo del boleto ocurre públicamente, otra batalla se libra en torno al Sistema de Transporte Colectivo.

La Auditoría Superior de la Federación tiene la lupa puesta en la cuenta pública del Gobierno del Distrito Federal, relativa al Ejercicio Fiscal 2009, que se destinó a la construcción de la Línea 12 Tláhuac-Mixcoac.

Se trata de la auditoría número 554 que tiene como objetivo fiscalizar la gestión financiera de los recursos canalizados al proyecto de ampliación, a fin de comprobar que las inversiones físicas se autorizaron, planearon, programaron, presupuestaron, licitaron, contrataron, ejecutaron y pagaron conforme a la ley.

Tal parece que las cuentas no le cuadran al director general del Proyecto Metro, Enrique Horcasitas Majarrez y a su equipo de ingenieros, algunos de los cuales son llamados a rendir cuentas respecto al manejo de los dineros destinados a la mega obra que se construyó en el sexenio de Marcelo Ebrard Casaubón.

Ante el gobierno federal de Enrique Peña Nieto no es el titular de la Secretaría de Finanzas, Armando López Cárdenas, quien da la cara por parte del GDF para aclarar los gastos de la Línea 12 sino el propio Enrique Horcasitas –funcionario encargado del proyecto desde Ebrard- quien se acredita como el responsable.

Ingenieros llamados a cuentas

A partir de la auditoría 554 que aplicó la Federación se originó la polémica de porqué en el 2009 se incrementaron los anticipos a algunas de las empresas contratistas.

A partir de esa polémica, uno de los principales ingenieros responsables de la construcción de la llamada “Línea Dorada”, Koochi Mario Endo Jiménez, director de Obras Inducidas de Proyecto Metro, tiene que sortear las aclaraciones de lo que se hizo con los recursos que la Federación entregó en 2009 al gobierno de la capital para la construcción de esta línea.

En el expediente de la Contraloría General del DF DG/DGAJR/DRS/0130/2013, al ingeniero Koochi Mario Endo Jiménez se le imputa la conducta irregular de haber firmado el convenio modificatorio del 26 de diciembre de 2008 que modificó el contrato original de obra pública a precio alzado y tiempo determinado para la construcción de la L12.

Documentos en poder de Reporte Indigo refieren que para el ejercicio fiscal 2009, la Federación otorgó recursos federales a través del fideicomiso para la infraestructura del Estado por un monto de 2 mil 443 millones 874 mil 243 pesos más 556 millones 125 mil 757 pesos con recursos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que sumaron un total suministrado ese año de 3 mil millones de pesos.

Dicha cantidad proveniente de la federación se sumó a los 6 mil millones 883 mil 747 pesos que el Proyecto Metro tenía presupuestado ejercer lo cual, a decir de las autoridades, garantizaba la solvencia presupuestal del proyecto sin tener que modificar la entrega de los anticipos a los contratistas.

Endo Jiménez, como imputado se defiende: “resulta oportuno recordar a esta autoridad que el Gobierno del Distrito Federal, asignado por conducto del Lic. Marco Antonio Alvarado Sánchez, director de Contabilidad, Normatividad y Cuenta Pública de la Secretaría de Finanzas fue notificado de que el Proyecto Metro del DF, aclaró y justificó que el incremento de los anticipos fue a causa de la reducción del presupuesto asignado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en el ejercicio 2008”.

La disputa se ventila mediante pruebas. Oficios van y vienen de contestaciones a favor y contra. En dicha documentación se describen infinidad de contratiempos que se presentaron durante el desarrollo de la megaobra que hoy sigue generando polémica.

Las cuentas siguen sin cuadrar. La Secretaría de Finanzas, la Contraloría General, Proyecto Metro y la Auditoría Superior de la Federación están involucrados en este proceso que parece interminable. En esas andan.

Ayer, mientras el jefe de Gobierno entregaba la segunda etapa de construcción de elevadores del Sistema de Transporte Colectivo Metro, los rebeldes contra el alza a la tarifa continuaron con la estrategia de brincar los torniquetes en las estaciones para evitar pagar el boleto de 5 pesos.

A través de megáfonos convocaron a no pagar los boletos y burlar a los policías apostados en las entradas del sistema. 

De manera simultánea, desde una oficina del gobierno central se comenzó a monitorear el comportamiento de la propuesta que exige la renuncia de Mancera. 


Pinta mal el cierre de año para el ejecutivo local.

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