jueves, 7 de noviembre de 2013

El Ejército pide a diputados certidumbre legal para operar en las calles

FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: Roberto Garduño y Enrique Méndez.

No se deben menguar capacidades de defensa y de seguridad nacional, señala el titular de la Sedena, Salvador Cienfuegos, al develar placa por el Centenario de la institución, en la Cámara de Diputados.

México, DF. El general secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, planteó a la Cámara de Diputados que el Ejército requiere normas que otorguen certidumbre en sus acciones en las calles “sin menguar capacidades de defensa y de seguridad nacional”.

En el vestíbulo de la Cámara de Diputados, donde se develó una placa por el centenario del Ejercito Constitucionalista, el titular de la Sendena expresó que los militares “ceñimos nuestro desempeño a la norma que el Congreso nos establezca y a las directivas que el presidente Enrique Peña Nieto, comandante supremo de las fuerzas armadas, nos ha instruido y que tiene como fin último preservar la seguridad y el bienestar de los mexicanos.

Resaltó que el Ejército cumple cien años “de leal defensa de las libertades, las instituciones y la República y seguiremos dando todo por México. Con vocación de servicio, valor y estricta lealtad y disciplina, los soldados de la República respondemos a los difíciles retos de la nación, con fidelidad a la patria, a sus instituciones, cumpliendo la ley y con respeto irrestricto a los derechos humanos”.

Mientras, en los discursos alusivos, el presidente de la mesa directiva de la cámara, Ricardo Anaya Cortés (PAN), y el presidente de la junta de coordinación política, Silvano Aureoles Conejo (PRD) contrastaron su opinión sobre la permanencia de militares en operativos de seguridad pública.

Anaya Cortés dijo que si bien el Ejército ha reaccionado con disposición y lealtad, arriesgando vidas y prestigio en el esfuerzo de combatir al crimen organizado, “México no debe abusar jamás de la lealtad de su Ejército. En las condiciones actuales, no sólo en Michoacán, retirar de estas tareas al Ejército sería impensable”, pero acotó que los tres poderes deben “colaborar para que su intervención subsidiaria, y muy necesaria, sea una medida transitoria”.

Silvano Aureoles consideró que el Ejército es “ante la amenaza de la delincuencia, que azota a la estabilidad, la principal esperanza de los mexicanos”.

En ese sentido sostuvo que no se puede suponer que, de un momento a otro, los militares habrán de retirarse a sus cuarteles, “porque sería quitar uno de los principales soportes que mantienen viva la esperanza de superar los graves y severos problemas de seguridad” en el país.

Aunque definió al Ejército como motor de confianza, aseguró que “no puede ni debe estar al servicio de la transitoriedad del poder político, (porque) no basta la visión unipersonal para ordenar el despliegue de su fuerza, porque las consecuencias que generan los agravios son difíciles de reparar”.

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