lunes, 7 de octubre de 2013

A un año de la muerte de “El Lazca”, ni rastros del cadáver

FUENTE: PROCESO.

MÉXICO, D.F. (apro).- A un año de la presunta muerte del líder del Cártel de Los Zetas, Heriberto Lazcano, El Lazca, las autoridades federales siguen sin encontrar el cadáver del capo que fue sustraído por un grupo armado del anfiteatro de la funeraria García del municipio de Sabinas, Coahuila, horas después de su fallecimiento en un enfrentamiento con elementos de la marina.

El robo del cuerpo estuvo precedido de una serie de errores de las autoridades municipales, estatales y federales: la dilación para dar fe del cadáver, la identificación y la custodia.

Por si fuera poco, la DEA contribuyó a aumentar las dudas al dar a conocer la ficha del delincuente ultimado con datos distintos a la ofrecida a los medios por la PGJE, sobre todo en lo que respecta a la altura de la víctima.
En la ficha que dio a conocer la Procuraduría estatal dice que El Lazca tenía una altura de un metro 60 y la de la DEA establece que medía un metro 72.

En aquel entonces, el titular de la Procuradurías General de Justicia de Coahuila (PGJE) informó así de la sustracción del cuerpo:

“Un comando armado, cubierto el rostro y fuertemente custodiado, tomó los cuerpos y en la carroza los sustrajeron de las instalaciones, obligando al propietario a conducir dicho vehículo”, dijo.

Desde entonces, no se supo más.

Según las autoridades coahuilenses, Lazcano Lazcano recibió seis disparos que le provocaron laceraciones y hemorragia cerebral intraparenquinmatosa bilateral, así como choque hipovolémico, entre otros efectos.

El perito médico forense de la PGJE realizó la necropsia de ley al cadáver en el anfiteatro de la funeraria García de Sabinas reportó que se trataba (NN), es decir, sin identificar.

En el dictamen médico legal, consignó que el examen traumatológico señala una herida por proyectil de arma de fuego de grueso calibre con orificio de entrada en la región occipital, alojando el proyectil en la base del cráneo, en la parte anterior izquierda con trayectoria de atrás hacia delante de abajo hacia arriba y de izquierda a derecha.

Asimismo, que tenía otra herida por proyectil de arma de fuego de grueso calibre con orificio de entrada en la parte posterior de la región parietal izquierda y orificio de salida en región parietal derecha que fracturó el hueso occipital.

Y otra herida por proyectil de arma de fuego con orificio de entrada en la parte superior del glúteo derecho con orificio de salida. Dos balas más se alojaron en la parte superior de glúteo izquierdo y en la región pectoral derecha, debajo de la tetilla, que perforó el diafragma, asas intestinales y mesentario, con trayectoria de arriba hacia abajo, de adelante hacia atrás y de derecha a izquierda.

El sexto y último disparo entró por arriba del codo derecho, que causó fracturas múltiples de los huesos que conforman el codo, trayectoria de atrás hacia adelante, de arriba hacia abajo y de derecha a izquierda.

El Lazca perdió la vida por laceración y hemorragia cerebral intraparenquimatosa bilateral y choque hipovolémico y choque traumático, de acuerdo con el parte médico.

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