martes, 24 de septiembre de 2013

FUENTE: REVOLUCIÓN TRES PUNTO CERO.
AUTOR: RODRIGO ROJO.

Si viajas recurrentemente de un estado a otro, esto te interesa: Enrique Peña Nieto planteó eliminar la exención del IVA a autobuses foráneos, con lo que –de aprobarse– cada boleto te costará 16 por ciento más. Un aumento que puede hacer que a más de uno se le vaya el camión.

La historia de Raúl es única y la misma de muchos a la vez: cada día, al salir de la universidad en la Ciudad de México, debe encerrarse por varias horas en un transporte público poco eficiente que lo lleve a casa. Ahí se traslada por necesidad, en unidades sucias, rotas, que se tambalean en baches que lo despiertan cuando trata de aprovechar el viaje para dormir.

La diferencia es que Raúl vive en Texcoco, Estado de México y gasta 62 pesos diarios en ir y regresar a la Universidad Nacional Autónoma de México, en el sur de la capital. El camión que lo transporta de su casa a la Terminal de Autobuses de Pasajeros de Oriente (TAPO) le cuesta 28 pesos y luego debe pagar un boleto del Metro que lo lleva de la estación San Lázaro a su escuela.

Diariamente, este joven 20 años se enfrenta a que las tarifas que imponen los camiones foráneos igualan el salario mínimo en México, un obstáculo que obliga a cientos de alumnos a abandonar las aulas.

Pese a ello, la Reforma Hacendaria que envío al Congreso Enrique Peña Nieto contempla gravar a los autobuses que parten de una entidad y se internan en otro estado, un impuesto que hasta hoy no existe.

La razón del gobierno es que eliminar la “tasa del 0 por ciento” a estos viajes ampliaría la base tributaria, lo que permitiría invertir en más bienes y servicios; sin embargo, el transporte público ha obtenido gradualmente incrementos en cobros y la mayoría de los pasajeros se siguen moviendo en unidades viejas e inseguras.

De aprobarse, la economía de personas como Raúl sería trastocada, pues aquellos que viven en un municipio cercano al Distrito Federal, pero que no está contabilizado dentro de los municipios del Estado de México que forman parte de la Zona Metropolitana, pagarán 16 por ciento más.

“Mi mayor gasto para estudiar es el pasaje, ya nada más de eso son más de 60 pesos”, dice Raúl. Con IVA, el costo de su traslado podría subir hasta 10 pesos más. Es decir, al mes, estudiar le costaría 200 pesos más, una cifra que puede descolocar a la clase media de su planeación.

“De Texcoco viene mucha gente, hay hasta 2 líneas de camiones que van para allá y en la mañana si no te pones abusado, te tienes que venir hasta de pie. Deberías venir a las 5 de la mañana para que vieras”, comenta.

Sus dichos están comprobados en los interiores de viaje: la empresa de transportes que suele usar tiene corridas que salen de Texcoco cada 15 minutos para satisfacer la enorme demanda de pasajeros que se trasladan desde allá. “No todos vienen de ahí, hay algunos que vienen hasta de Tlaxcala”.

Angelina y Marcelina, por ejemplo, vienen al Distrito Federal dos veces por semana para abastecerse de los enseres que necesitan para el negocio que tienen cerca de Tlaxcala. Ellas pagan cada quien actualmente 80 pesos y con las modificaciones propuestas tendrían que pagar 93 pesos por viaje. A la pregunta sobre qué tanto problema significaría el aumento, las señoras no dudan en responder: “Claro, ya no nos convendría tanto. Ahorita cómo está la crisis, apenas uno va al día y ni se puede ahorrar”.

Voces como las del socio líder a nivel nacional de Impuestos y Servicios Legales de la firma Deloitte, Ricardo González Orta, lo han advertido: “Nuevamente son las mismas personas las que tienen que sufrir el aumento de impuestos”.

También académicos, como Olivia Pérez Cancino de la Escuela Bancaria Comercial, han señalado que el IVA es un impuesto que se traslada y que finalmente el consumidor final es quien lo paga.

“La Reforma Hacendaria golpeará los bolsillos de todos los mexicanos y no únicamente de las personas que más dinero tienen”, afirma.

Contrario a los argumentos del gobierno de que la Reforma Hacendaria no afectaría a la clase media, eliminar la exención del IVA a los transportes foráneos afecta a las personas que tienen la necesidad de transportarse grandes distancias para lograr encontrar mejores oportunidades tanto para el empleo como para el comercio.

Así lo explicaron Santiago y Jesús, quienes viajan ocasionalmente de Tlaxcala a la capital, pero admiten que si tuvieran que hacerlo diario, como muchos de sus conocidos, los bolsillos les quedarían secos.

“Claro que este IVA afectaría nuestra economía”, atajan sin titubeos. “Nos quieren subir el transporte, pero también la electricidad, la comida y la gasolina. Si tuviéramos que viajar diario uno no aguantaría, necesitaría ganar muchísimo dinero”.

Dinero que escasea en la clase media. Y que amenaza con diluirse en los boletos de camiones.

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