lunes, 30 de septiembre de 2013

Ante la amenaza evidente, la negligencia

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ÁLVARO DELGADO.

Cientos de muertos y miles de desplazados, además de daños materiales aún imposibles de cuantificar, son el saldo inmediato de los efectos de Ingrid yManuel sobre territorio nacional. Lo desconcertante es que México tiene un sistema de protección civil, planes y programas de prevención y reacción y hasta un fondo para paliar la tragedia… Nada de eso funcionó y nadie se atreve a asumir la responsabilidad.

MÉXICO, D.F. En septiembre de 2006, cuando cumplía año y medio como gobernador priista de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong enfrentó inundaciones, derrumbes y desbordamientos de ríos en gran parte del estado. Pero él tenía otra prioridad: viajar a China.

El 22 de septiembre de ese año, mientras Pachuca y municipios aledaños estaban inundados y había alerta en 44 de los 84 ayuntamientos hidalguenses por el frente frío número 5, Osorio Chong llegaba al aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York.

En la fila para cruzar Migración, un ciudadano mexicano lo reconoció:

–¿A dónde va, gobernador?

–A Shangai, a cumplir una invitación –respondió, cortés.

–¿Se va de viaje a China mientras Hidalgo está cubierto de agua y con miles de damnificados?

–Todo está bajo control –respondió con el rostro descompuesto.

Siete años después, poco antes de cumplir su primer año como secretario de Gobernación –responsable por ley del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc)–, Osorio Chong no salió de México durante el efecto destructivo de los huracanes Ingrid y Manuel, pero su actuación es calificada de negligente, tardía e insuficiente.

No sólo es él. Otros funcionarios del gobierno de Enrique Peña Nieto dejaron de actuar como lo establece el Sistema de Alerta Temprana para Ciclones Tropicales (Siat-CT) el cual prevé “un conjunto de procedimientos” para “activar programas de protección civil y difundir mensajes oportunos para mantener informada a la población ante la amenaza de ciclones, que puedan afectar el territorio mexicano”.

Por ejemplo, el coordinador nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, Luis Felipe Puente –exalcalde priista de Atizapán y allegado a Peña– ni siquiera asistió a la reunión de trabajo del Grupo Interinstitucional para Ciclones Tropicales la tarde del viernes 13, donde se tomaron decisiones ante Ingrid y Manuel. Su argumento: No había nadie de su “nivel” jerárquico.

Y sólo la noche del domingo 15, cuando Manuel ya había devastado amplias zonas de Guerrero –con decenas de muertos y miles de damnificados–, Puente participó en la instalación del Comité Nacional de Emergencias del Centro Nacional de Prevención de Desastres.

(Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1926, ya en circulación)

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