jueves, 1 de agosto de 2013

Violaciones al Estado laico se replican en Aguascalientes

FUENTE: REVOLUCIÓN 3.0
AUTOR: NATALIA ANTEZANA BOSQUES.

Hace aproximadamente 150 años se proclamaron las leyes de Reforma, en las que, entre otras cosas, se decretó la separación del Estado y la Iglesia. Hoy, después de un siglo y medio, la laicidad del Estado está bajo amenaza.

“La propia jerarquía católica tanto como la clase política constituye una amenaza al Estado laico”, dijo a REVOLUCIÓN TRESPUNTOCERO el sociólogo especializado en religión Bernardo Barranco Villafán.

El sociólogo explicó que existen elementos suficientes para sostener que la jerarquía católica aspira a un posicionamiento mayor en los ámbitos público, educativo, político y mediático en el país. Dicha aspiración podría ser concretada gracias a la clase política que, según el experto, vela más por sus intereses personales que por los de la nación:

“Una debilidad de la clase política mexicana que es muy pragmática, que se mide sólo a través de las próximas jornadas electorales y que es capaz de negociar todo. Por lo tanto, abandona principios, tradiciones, identidades y hace alianzas de corto plazo que están más en función de sus intereses personales o de grupo, que de los intereses nacionales”.

Obispos

“Gusanos perversos” fueron las palabras que usó el obsipo de Aguascalientes José María de la Torre Martín para calificar a los diputados de la VXI Legislatura Local, luego de que los legisladores aprobaron un dictamen que reforma el artículo 2° constitucional del estado, el que se estipula la protección de la vida, pero reconociendo a las mujeres el derecho a decidir sobre su cuerpo en ciertas condiciones.

El obispo ha opinado reiteradamente y en público sobre temas políticos como la legislación sobre el aborto, por lo que se presentó una queja en la Secretaría de Gobernación.

El pasado 26 de julio, Católicas por el Derecho a Decidir A.C., Afluentes, S.C., Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad A.C., República Laica, Equidad de Género: Ciudadanía, Trabajo y Familia, A.C. y la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (DDESER), interpusieron una queja en contra del obispo hidrocálido.

En dicho documento se explica que el jerarca religioso, en sus conferencias de los lunes, felicita a diputados del Partido Revolucionario Institucional por “defender la vida” y descalifica e insulta a los legisladores que se oponen a su manera de pensar.

Incluso llama a los opositores de la reforma “antiaborto” a que “atiendan el llamado de su conciencia”, o de lo contrario los amenaza con “posibles consecuencias”.

El 19 de julio del presente, Héctor Quiroz García, dirigente estatal del Partido del Trabajo en Aguascalientes, aseguró que los diputados cambian constantemente la redacción del artículo segundo, puesto que “el obispo no estaría de acuerdo”.

“Estos comportamientos atentan contra la diversidad de creencias en nuestro país y contra la trayectoria histórica que ha establecido un Estado laico en donde se limita el poder y la influencia de las iglesias a su ámbito respectivo”, dijo aREVOLUCIÓN TRESPUNTOCERO Víctor Nájera Medina, coordinador de Laicidad, Derechos Humanos e Igualdad del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la Cámara de Diputados.

Nájera reprobó la actuación de José María de la Torre y señaló que lo acontecido es parte de un conjunto de acciones que pretenden interferir en el legislativo local:

“La actitud del obispo de Aguascalientes José María de la Torre no sólo es reprobable desde nuestro punto de vista, sino que debe sancionarse conforme a la ley, pues como ministro de culto está imposibilitado para intervenir en el curso de las decisiones públicas y además ofende a las instituciones del Estado”.

- ¿En qué afecta la actuación del obispo a la ciudadanía?

- Sí la iglesia coquetea de cerca con el Estado se corre el peligro de que la agenda religiosa se convierta en una agenda pública aprobada por los mismos gobernantes. Por ejemplo, de que se sigan instaurando penas mayores para el aborto, como ha pasado en 19 estados donde esa clase política ha sido débil y ha propiciado que la jerarquía católica imponga su visión del mundo”, explicó Barranco.

Otro cambio que se podría realizar si se pierde la laicidad del Estado es la impartición de catequismo en las escuelas públicas como una materia obligatoria, ante lo cual, “por lo menos una minoría de 20 millones de mexicanos, estaríamos en desacuerdo”, asevera el experto.

“La intervención de la Iglesia en los asuntos públicos también provocaría un retroceso social, puesto que el pensamiento religioso es fundamentalmente conservador”.

Violaciones infraganti a la laicidad estatal

“Reconociendo que la participación humana es indispensable, sabemos que por sí sola no tiene la capacidad de revertir las tinieblas que sólo la luz de la fe de Dios puede desvanecer; es por eso que hoy estamos aquí reunidos y yo, Margarita Alicia Arellanes Cervantes, entrego la ciudad de Monterrey, Nuevo León, a nuestro señor Jesucristo, para que su reino de paz y bendición sea establecido”, fueron las palabras de la presidente municipal de la capital de Nuevo León, en un acto público de su administración.

Otro ejemplo de lo opuesto a un Estado laico es el municipio de Ensenada, cuyo alcalde, Enrique Pelayo, aseguró que “Ensenada está viviendo un romance con Dios y claro que le doy las llaves de la ciudad a Jesucristo. Jesucristo desde un principio vive en cada uno de los seres que están aquí presentes y en la gran comunidad de nuestra querida Ensenada, en sus corazones”.

Estado Laico

El especialista en religiones señala que el Estado laico se puede sintetizar de manera sencilla en tres premisas fundamentales. La primera es que la Iglesia no intervenga en la política del Estado, y viceversa: que el Estado no intervenga en la agenda religiosa.

En segundo lugar aparece la obligación del Estado de garantizar el derecho de creer o no creer o de cambiar de religión. Y como un tercer punto se encuentra la equidad ciudadana: “una sociedad plural tiene la obligación de salvaguardar las minorías religiosas”, indica el especialista.

Parafraseando un axioma sociológico, Barranco asegura que:

“La calidad democrática se mide por la protección que se otorga a las minorías y este principio de la laicidad es fundamental”

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