martes, 2 de julio de 2013

Tamaulipas: Un estado en renovación

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: ARMANDO ESTROP.

A diferencia de Michoacán y Guerrero, el estado fronterizo más violento va recuperando la esperanza de que las acciones de gobierno comienzan a frenar la ola criminal. Y las elecciones del domingo son vistas como su apuesta institucional.

Vivieron la ola de violencia por narcotráfico más severa que cualquier estado haya tenido en el sexenio de Felipe Calderón…

Acapararon los reflectores internacionales con macabros hallazgos como las narcofosas de San Fernando…

En el 2011 fue la entidad con secuestros récord y tres de sus ciudades calificaron entre las más violentas del planeta…

Transitaron del trauma al luto cuando les asesinaron a un candidato a la gubernatura, segado por las balas de bandas criminales…

Enfrentaron las denuncias–-que no se sostuvieron- sobre dos de sus exgobernadores acusados de enriquecimiento inexplicable y vinculaciones con el narcotráfico...

Y mientras otros estados violentos como Michoacán y Guerrero despertaron al fenómeno de los grupos de autodefensa, Tamaulipas se recupera por la ruta institucional.

Por eso le llaman el Estado Milagro. Porque nadie se explica cómo a pesar de tanta violencia e inseguridad, Tamaulipas se mantiene en pie de lucha.

Una entidad en el límite durante los últimos años que hoy muestra algunas señales de que su suerte empieza a cambiar.

Cuánto tardarán en sanar las profundas heridas y cuáles son las razones del cambio que comienza a asomarse, nadie se atreve a dar un veredicto.

Pero las autoridades estatales dicen que los cambios tienen su origen en las acciones del gobierno. Algunos ciudadanos piensan también que la lucha de cárteles cedió. Que El Golfo se impuso a Los Zetas.

El gobierno de Egidio Torre Cantú, el hermano del malogrado candidato priista Rodolfo Torre Cantú, remontó la improvisación y puso en operación distintas estrategias.

Creó la Policía Estatal de Tamaulipas, una organización que se presume como una de las mejor entrenadas y con más sofisticado equipamiento en la historia de la entidad.

La apuesta de las autoridades cuando hablan de seguridad es por una filosofía de contribución a la mejora.

Hasta el día de hoy esta dependencia cuenta con aproximadamente mil 400 elementos formados con la asesoría externa, primordialmente de la Secretaría de la Defensa Nacional.

El personal operativo en activo ha sido enviado a los campos militares que hay en Chihuahua, Querétaro, Estado de México y Sonora, donde han recibido adiestramiento por parte de militares especializados.

Además a partir del 2012 el Instituto de Reclutamiento y Formación Policial recibió la certificación por parte del Sistema de Seguridad Pública para otorgarles el adiestramiento.

Esta capacitación es con instructores certificados para la impartición de las materias de especialización de Unidades de Operación e Investigación.

Pero cualquiera que sea la razón, el camino todavía por recorrer es un proceso largo y tedioso.

Tamaulipas no vive como Michoacán y en Guerrero, donde los ciudadanos han formado grupos de autodefensa para poder garantizar su seguridad.

Las autoridades aún cuando sus resultados se califiquen como escasos, no son suplidas por los ciudadanos del hartazgo.

Los tamaulipecos no se pusieron las capuchas y cerraron las carreteras. Unos se fueron a Estados Unidos o emigraron a otros estados menos violentos. Los más aguantaron.

Quienes optaron por quedarse ven con buenos ojos las incipientes señales de calma, pero ven con incredulidad su permanencia.

En ese contexto se prevé un escenario de tranquilidad para las elecciones del próximo domingo.

Y si bien no es tiempo de cantar victoria, ni para las autoridades ni para los ciudadanos, sí es un respiro luego de más de dos años de violencia extrema.

El proceso electoral se ha dado también en una aparente calma. No ha habido ni las confrontaciones ni las denuncias abundantes que se tienen en Veracruz o en Baja California.

Con el historial que carga a cuestas, sorprende ver a Tamaulipas fuera de la beligerancia electoral que caracteriza a todos los partidos en México.

Aún así existen alertas. El presidente Enrique Peña Nieto había decidido asistir a un evento el pasado viernes a Reynosa. Pero terminó declinando bajo el argumento de que no quería entorpecer el ambiente de las elecciones del próximo domingo.

Para las autoridades estatales el evento –cientos de personas asistieron por no estar enterados de la cancelación– representa que las cosas están en un verdadero proceso de mejoría.

La visita del presidente de la República sigue siendo un visto bueno del gobierno federal para las autoridades estatales.

Un pasado difícil de ocultar

En abril del 2011, el municipio de San Fernando fue noticia internacional. Se descubrieron fosas clandestinas y en ellas más de 200 cuerpos.

La macabra historia le dio la vuelta al mundo. Se fortaleció el mote de “Mataulipas”.

Históricamente, Tamaulipas ha sido gobernador por el PRI. Tiene actualmente 15 cruces fronterizos con Estados Unidos.

En sus costas operan dos de los puertos más estratégicos de México. Uno en Tampico y otro en Altamira. Entre ambos desplaza aproximadamente el 30 por ciento el comercio internacional de México.

Pero la fama del Tamaulipas de hoy no viene de sus cruces fronterizos, sus puertos, el petróleo y sus refinerías, su agricultura o su ganadería.

En los pasados 20 años la entidad vio crecer al temido Cártel del Golfo y a su brazo armado, Los Zetas.

La captura de su líder original, Juan García Abrego y luego la de su sucesor, Osiel Cárdenas Guillén creó un cisma que dividió al cártel. El Golfo por un lado y Los Zetas por el otro. La lucha fue frontal y sangrienta.

La génesis desde la creación hasta la confrontación se dio durante las administraciones priistas de Manuel Cavazos Lerma, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández. Todos priistas.

Pero en junio del 2010 los hechos se precipitaron. La campaña para gobernador en Tamaulipas estaba en su apogeo. El candidato priista era Rodolfo Torre Cantú.

Por la mañana del lunes 28 de junio, Torre Cantú se desplazaba en su camioneta al aeropuerto de Ciudad Victoria, acompañado de sus colaboradores.

Nadie sabe todavía el porqué, pero ese día el candidato no utilizó su vehículo blindado. El objetivo era llegar al cierre de campaña, pero a punto de llegar a la terminal aérea, fue ejecutado por miembros de un grupo delictivo.

El candidato y sus colaboradores fueron bajados del vehículo y baleados en medio de la carretera. Las investigaciones de las autoridades no progresaron.

Su hermano Egidio fue nombrado –luego de un sentido discurso en el funeral– su sucesor. Y hoy es él quien gobierna.

El asesinato continúa sin resolverse. Egidio Torre guardó prudente silencio durante un año y medio. Pero el 14 de febrero del 2011 culpó a la PGR de la administración de Felipe Calderón por la falta de avances en la investigación.

Otro de los temas difíciles de ocultar para Tamaulipas es la alerta migratoria que se hizo para tres de sus ex gobernadores.

Si bien las indagatorias de la justicia federal no consumaron su incriminación, en enero del 2012 la PGR lanzó esta alerta para Manuel Cavazos Lerma, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández.

Esta medida se generó mediante el oficio CGA/595/2012, que fue firmado por el agente del Ministerio Público Federal, David Juárez Mora.

Se les investigó por presuntos nexos con el crimen organizado sin que nada, hasta ahora, se haya probado.

De hecho Cavazos Lerma es ahora Senador por el PRI. Y con Yarrington las reacciones fueron encontradas. El PRI estal lo cobijó, mientras que el Comité Ejecutivo Nacional le retiró todos sus derechos partidarios.

Estos son tan sólo algunos de los más representativos casos que han distinguido a Tamaulipas como un estado relacionado con el narco y con los problemas de sus gobernantes. Hubo muchos otros.

Desde la actual administración de Egidio Torre Cantú los escándalos políticos también han disminuido. Pero el referéndum final se dará el domingo próximo en las elecciones.

Reynosa: la percepción

Esta ciudad fronteriza tenía ya varios meses de no vivir un hecho violento de alta intensidad. Hasta que sucedió la balacera del 26 de junio

La gente en Reynosa está sorprendida. Desde hacía cuatro meses que no vivían un hecho violento.

Pero el miércoles 26 de junio se dio una nueva balacera con el saldo de cuatro muertos. A todos les sorprendió. En realidad sentían que lo peor había pasado y el hecho les vino a recordar la zozobra de vivir entre balazos.

Los taxistas de la ciudad coinciden en que es un hecho inesperado. “Las cosas ya se habían calmado, pero de pronto pasó esto. Ya estábamos tranquilos, aunque en realidad siempre está uno espantado por lo feo que se puso”.

Dicen más lo que desean que lo que creen. Lo que pasa es que en esta ciudad estaban urgidos de paz. Hubo bloqueos, asesinatos, secuestros, enfrentamientos con el ejército.

El conductor del transporte pide el anonimato. Nadie quiere declarar o decir públicamente algo relacionado con el narcotráfico.

Si bien todos aceptan que llegó la calma a la ciudad que quería visitar el Presidente, temen aún por las represalias.

Al que saca fotos o video se le acercan o lo miran con desprecio.

Por la noche, el estadio de béisbol Adolfo López Mateos luce lleno un jueves por la noche. Los lugareños aseguran que este deporte –que aquí supera en afición al soccer- es uno de los pasatiempos de Reynosa.

La gente que económicamente tiene la posibilidad tiene su casa en la ciudad texana McAllen, en donde se sienten más seguros y protegidos.

Ciudades como Victoria y Reynosa están en ese período de tensa calma. Todavía hay enfrentamientos entre soldados y narcotraficantes. Pero ya no son todos los días, ni en todas partes.

Con todo y eso los habitantes de estos municipios recomiendan no salir por la noche o hacerlo con mucho cuidado. El narcotráfico secuestró desde hace mucho tiempo la paz pública.

Hoy la lucha por “la plaza” parece estar hoy en un armisticio. Y los ciudadanos esperar recuperar la fe con unas elecciones copiosas.

Hasta hace un año...

>Es una de las entidades del país con la tasa más altas de homicidios dolosos

>Forma parte de las 50 jurisdicciones subnacionales más violentas del mundo

>Entre 2000 y 2011 el homicidio doloso aumentó en 619 por ciento

>Tres de las ciudades más violentas del mundo estaban en Tamaulipas

>En 2011 tuvo la tasa de secuestro más alta del país

>Entre 2000 y 2011 el índice de secuestro aumentó 892 por ciento según las propias cifras del Gobierno Estatal.

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