FUENTE: REVOLUCIÓN 3.0
AUTOR: CARLOS BAUER.
(1 de julio, 2013).- Los analistas nacionales e internacionales consultados mensualmente por el Banco de México (Banxico) redujeron por tercera vez en el año los pronósticos de crecimiento para México. La reducción se dio en las expectativas de crecimiento anualizado para este año y, en menor medida, para 2014.
En la encuesta realizada en abril por Banxico entre analistas del sector privado, éstos ajustaron a 3.35 por ciento su previsión de aumento del Producto Interno Bruto (PIB). En mayo se reajustó a 2.96 por ciento y ahora lo situaron en 2.84 por ciento, una disminución menor a la presentada entre abril y mayo. En el Presupuesto de Ingresos y Egresos enviado al Congreso en diciembre de 2012, el gobierno calculó un crecimiento de 3.5 por ciento, por lo que la disminución en el ritmo de crecimiento representa un déficit en las finanzas nacionales.
Otro indicador que se ajustó a la baja fue la creación de empleo formal, el cual se mide de acuerdo al número de afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Según los analistas, para el cierre de 2013 la tasa de desocupación se mantendrá con ligero aumento, pero éste será más pronunciado para el cierre de 2014.
Hace apenas tres días, el 28 de junio, se anunció que los analistas del grupo financiero HSBC redujeron las expectativas de crecimiento del PIB global de 2.8 a 2 por ciento para este año y de 3.1 a 2.6 por ciento para 2014, argumentando la incertidumbre monetaria en Estados Unidos y la reducción de la tasa de crecimiento en China debido a los ajustes en la política económica de la nación asiática. HSBC señala que la desaceleración golpeará especialmente a los países manufactureros, entre los cuales se encuentra México.
Apenas en abril pasado Enrique Peña Nieto reiteró su promesa de campaña según la cual, de aprobarse las reformas estructurales impulsadas por su gobierno, para finales del sexenio México estaría creciendo a ritmos entre 5 y 6 por ciento anuales. De momento han sido aprobadas las reformas laboral, educativa, y de telecomunicaciones; y están pendientes la reforma fiscal y la energética, dos de las más importantes en términos de reconfiguración de la economía nacional.
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