lunes, 1 de julio de 2013

Pronostica: 'gubernatura regresará al PAN'

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: CÉSAR CEPEDA.

La alcaldesa regia, Margarita Arellanes, toca por primera ocasión el tema electoral. En exclusiva para Reporte Indigo dice que la gente está dolida en Nuevo León y por ello adelanta que en el 2015 el gobierno será para un panista.

La alcaldesa Margarita Arellanes no sabe si será ella la próxima candidata panista a la gubernatura de Nuevo León, pero sí está convencida de algo: el PAN volverá a gobernar el estado en el 2015.

“Yo estoy segura que el PAN va a regresar a la gubernatura en el 2015”, pronostica la edil albiazul y una de las aspirantes más fuertes para llegar en dos años al Palacio de Gobierno.

“No estamos dispuestos a que sigan llevando al abismo a nuestro estado”.

En entrevista con Reporte Indigo, Arellanes habla de su carrera y sus aspiraciones políticas, de la reconfiguración de poderes que hubo en su partido político y del gobierno de Rodrigo Medina.

También, por primera vez de manera pública, opina de la División del Norte, la corriente interna dentro del PAN que es encabezada por José Serrano e Iván Garza y que la impulsa como su proyecto político para el 2015.

La munícipe regia considera que el PAN –independientemente de quién postule en dos años como su candidato a la gubernatura- regresará al poder en Nuevo León, aprovechando la decepción que ha generado entre los regiomontanos el gobierno del priista Rodrigo Medina.

“Yo veo un hartazgo por parte de la ciudadanía. Veo una ciudadanía dolida, decepcionada de todo lo que se prometió y se nos prometió que íbamos a tener en nuestro estado”, dice la primera mujer en gobernar la capital regia.

“Hemos perdido la seguridad, pero también la seguridad para salir, la seguridad de dónde estábamos parados, perdimos la seguridad en cuanto invertir, convivir.

“Hubo daños muy serios que no se van a revertir en uno o dos años”.

Margarita Arellanes se muestra cautelosa cuando responde de sus aspiraciones políticas y rechaza que exista un proyecto político personal que la encamine al 2015.

La popularidad que goza Arellanes en la actualidad la coloca junto con Mauricio Fernández, el exalcalde de San Pedro Garza García, encabezando las preferencias electorales en el estado.

Hace un año y medio Arellanes era una delegada federal de la Sedesol de bajo perfil.

Pero desde que se impuso por casi 100 mil votos al priista Felipe Enríquez –compadre del presidente Enrique Peña Nieto- en los comicios por la Alcaldía de Monterrey de 2012, sus bonos se elevaron y hoy vive uno de sus mejores momentos.

Arellanes prefiere no hablar abiertamente sobre sus aspiraciones para no incurrir en alguna posible violación a la normativa electoral y provocar más críticas de parte del PRI, que la acusa de utilizar su cargo público municipal para promoverse.

“Yo estoy cien por ciento concentrada en Monterrey”, contesta la panista de 36 años.

“Mi ánimo, mi espíritu, toda mi energía está concentrada en Monterrey. Sin embargo, entiendo y no me gustaría cegarme que la posición de alcaldesa de Monterrey te lleva para que muchos te pongan como una opción para otro cargo”.

La panista deja entrever sus aspiraciones por gobernar a los nuevoleoneses con una pregunta.

“¿Qué persona que trabaja en el servicio público, o que tenga una verdadera vocación por la política, por el bien común, no se sentiría honrada de poder dirigir un estado, una nación?”.

Arellanes cree que en el PAN hay varios militantes que podrían representar a su partido político como candidato a la gubernatura en el 2015.

“En el PAN hay muchos. Está Mauricio Fernández. Está Fernando Elizondo. Está Felipe de Jesús Cantú. Hay muchísimos más que pueden esperar, que se quieren apuntar y que tienen un gran valor”.

Ella cree que el gobernador Rodrigo Medina no tendrá condiciones para designar al candidato del PRI a la gubernatura en el 2015.

“Yo la veo difícil, la verdad. Creo que el horno no está para bollos. Posiblemente vaya a llegar de otro lado la designación y van a salir con el candidato de unidad. Ellos hacen muy bien la cosmética de ese tema”.

Hace dos meses la alcaldesa regia se proclamó como la gran vencedora en los procesos internos del PAN, logrando arrebatarle el control de este partido político a la llamada Santísima Trinidad, encabezada por el Grupo San Nicolás y representanda por el senador Raúl Gracia y el exalcalde Zeferino Salgado.

La fuerza que logró conseguir la edil obligó a que estos líderes históricos del PAN no tuvieran más remedio que apoyarla para que encabezara la lista de los 60 nuevos consejeros albiazules.

“Esta recomposición que se está dando es a partir de que han surgido nuevos liderazgos en el PAN”, explica Arellanes.

“Lo hemos tomado con mucha madurez como partido. Hay algunos que le apostaban a que el partido se iba a fracturar, que se iba a dividir, que el partido no iba a poder con esta dinámica de renovación que se tiene”, explica.

La albiazul habla sobre el triunvirato que integraban en el PAN el senador Raúl Gracia, Zeferino Salgado y el exalcalde Fernando Larrazabal.

“Hubo una gran influencia de estos tres personajes que se le asociaban mucho, pero yo siempre he visto que sí existían acuerdos por el bien del partido, siempre había independencias al momento de tomarlas.

“Pero con esta nueva dinámica que vive el partido, me parece que ya no recae en unos cuantos, ya no se puede hablar de esa reciente neocúpula. Me parece que sí han cambiado las cosas, que la dinámica ya es un poco distinta, pero ya la representación ya no recae en lo que llamaban ustedes el triunvirato”.

Se le pregunta por la División del Norte, la corriente interna que es encabezada por José Serrano e Iván Garza, y Arellanes por primera vez habla sobre este grupo ligado al dirigente nacional, Gustavo Madero.

“Yo comparto con muchas corrientes del partido, pero en el caso específico de la División (del Norte) están haciendo un trabajo renovador, un trabajo muy importante. Le ha dado muchos bríos al interior del partido, oxígeno a mucha gente que se siente identificada con esta corriente”.

Arellanes sabe que su trabajo como alcaldesa de Monterrey es un arma de doble filo, que puede catapultarla para el 2015, pero también desgastarla políticamente como ha ocurrido con los últimos dos alcaldes panistas.

El escándalo nacional que protagonizó al encabezar un evento de la iglesia cristiana, donde entregó de manera simbólica la ciudad de Monterrey a Jesucristo, le confirmó que de aquí en adelante lo que haga, o no haga, será manejado desde una perspectiva política y electoral.

De manera alegórica utiliza la posición de un portero de futbol para describir su trabajo al frente de la Alcaldía.

“Yo tengo dos opciones y estoy convencida de que estoy haciendo lo que responsablemente debo de hacer: o me tapo la cara y sólo me dedico a cubrirme a mí, que es algo que a todas luces no he hecho ni me interesa hacer. O cuido la portería de la ciudad. Yo estoy convencida de que debo de cuidar los intereses de los ciudadanos”.

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