miércoles, 15 de mayo de 2013

Prometen casa a medallistas en 2008… y la siguen esperando

FUENTE: PROCESO (14 MAYO DEL 2013).
AUTOR: BEATRIZ PEREYRA.

MÉXICO, D.F. (apro).- El director de la Conade, Jesús Mena, se comprometió a revisar el tema de las casas que la empresa Homex no ha entregado desde 2008 al taekwondoín Guillermo Pérez, a la clavadista Paola Espinosa y al entrenador José Luis Onofre por las medallas que obtuvieron en los Juegos Olímpicos de Beijing.

En septiembre de 2008, en las instalaciones de la Conade, el entonces director, Carlos Hermosillo, y la representante de Casas Homex, Hanna Wolosky, anunciaron la entrega de casas con valor de 400 mil pesos a los atletas y entrenadores que ganaron medallas en esa justa olímpica.

Hanna Wolosky trabaja hoy día en la Conade como directora de Proyectos Especiales.

“No conozco el tema del ofrecimiento por parte de esta empresa, pero lo revisamos. Con el dueño de la empresa (Eustaquio de Nicolás Gutiérrez) tengo una relación de amistad. No debe haber ningún problema, siempre y cuando exista un convenio en el que se estableció con toda claridad. Hanna es una más que hoy trabaja aquí tratando de hacer su mejor esfuerzo. Ofrezco revisar el asunto y ojalá que podamos solventar lo que ahí se pactó”, anunció Mena.

El medallista de oro Guillermo Pérez denunció a finales de 2009 que no sólo no había recibido la casa, sino que la entonces representante de Homex, Hanna Wolosky, lo amenazó con no dársela si volvía a quejarse públicamente.

En mayo de ese año, durante una entrevista, Pérez comentó que ese premio aún estaba pendiente: “Esta señora se molestó porque dijo que la estábamos haciendo quedar mal ante los medios y me comentó: ‘En el momento que nosotros queramos nos aventamos para atrás con la casa’. Le respondí que yo sólo había dicho la verdad y entonces me contestó: ‘Es culpa de ustedes que no han estado al pendiente’. Yo le dije: ‘Si ustedes me van a dar una casa arreglen todo, escógela donde tú quieras y entréguenmela’. Me dijo que la llamara, así lo hice, pero ya no me volvió a contestar ni recibí ninguna llamada”, relató Pérez aProceso (1725) en noviembre de aquel año.

El atleta detalló que Wolosky le informó que el precio de la casa que Homex le obsequiaría es de 400 mil pesos, pero también le sugirió que comprara una de un precio más alto y que pagara la diferencia.

Pérez Sandoval visitó un fraccionamiento en Lerma, Estado de México, donde las casas más baratas eran de 600 mil pesos, así que le informó a Wolosky que él no estaba interesado en costear la diferencia, que simplemente le entregaran la casa que le habían prometido.
“Hanna no se ha comunicado conmigo. Yo tampoco le llamé y todo quedó en eso”, dice Pérez, quien posteriormente habló con Manuel Youshimatz (el entonces subdirector general de Calidad para el Deporte de la Conade) y le dijo: “Tú ya estabas con Carlos (como parte de su equipo de trabajo), sabes cómo se manejó esto”. A lo que me respondió: ‘Voy a hablar con ella, lo voy a arreglar’, y así quedó: en nada.

“En la carta que me dieron leo que es un regalo de Homex. Dice la carta que es un premio a nuestro esfuerzo y la firma el ingeniero Eustaquio de Nicolás Gutiérrez, presidente del consejo de administración de Desarrolladora Homex, S.A. de C.V. Ya después se la sacaron (Hanna Wolosky se lo dijo) con que la debe la Conade. Según que eran los apoyos que Carlos había buscado para nosotros y que a fin de cuentas yo no sé si hay un pacto o qué. Ha de haber un arreglo entre ellos que desconozco, pero con los 5 millones de pesos (que les prometieron por medalla de oro) nos la hicieron igual de cardiaca”.

Por su parte, María Espinoza reveló en esa misma entrevista con Proceso que Homex ya le había entregado las llaves de la vivienda que eligió en la ciudad de Culiacán, pero sin escrituras.

La atleta precisó que la propia Wolosky le informó que mientras la Conade no pagara una cantidad que le corresponde, no le darían las escrituras.

“Los de Homex me hablaron para decirme que no me entregan las escrituras porque falta la parte de Conade. A ver qué solución le encuentra Bernardo (de la Garza, el entonces director de la Conade) o quien tenga que hacerlo. En mi caso, que la casa costó más cara, el gobierno de mi estado (Sinaloa) puso una parte y también el municipio me ayudó, pero no me han entregado los papeles y tampoco sé cuánto debe Conade.

“Pienso que también ellos (Homex) se aprovechan del momento en que nosotros ganamos la medalla. Todo el mundo te promete y al final de cuentas no nos cumplen. Lo de la casa casi todo lo pagó mi estado, y sí es triste, como deportista, que pase el tiempo y no cumplan lo que prometen”, lamenta la taekwondoísta.

En el caso de Paola Espinosa, ella escogió una casa en La Paz, Baja California Sur, cuyo valor es de 600 mil pesos aproximadamente. Le dijo a Hanna Wolosky que pagaría la diferencia y que estaba lista para adquirirla; sin embargo, desde junio de 2009 perdió comunicación con la representante de la empresa Homex. “No me gusta meterme en estos temas, pero esto es algo que no pedimos y que se supone que nos lo dan por nuestro trabajo y esfuerzo. Me gusta confiar en la gente y platicar cara a cara las cosas, decirnos la verdad. Con esta persona hablé y, según, todo era perfecto y color de rosa, y ahorita se están echando para atrás. Me siento mal, pero los que quedan mal son ellos por no cumplir. Eso me pasa por confiada, porque pensé que era un trato con gente muy formal que se hizo público en un desayuno, y aunque me entrevisté directamente con Hanna, el chiste es que a mí no me han dado nada”, declaró la clavadista a Proceso.

—¿Le pediste ayuda a Bernardo de la Garza?

—Platiqué con él y se mostró preocupado. Obvio, no es un trato que Bernardo hizo o que le corresponda directamente, pero ahorita él es el jefe de la Conade. Estaría bien que se platique cómo se puede solucionar este problema. Me canso de estar hablando y pelear por algo que debería salir de ellos mismos porque lo prometieron.

El 2 de septiembre de 2008, durante un desayuno que tuvo lugar en las instalaciones de la Conade, la empresa Homex entregó una carta a cada medallista en la que les informó que, en reconocimiento a su esfuerzo y “por el éxito que has obtenido, queremos otorgarte una casa Homex en alguno de nuestros desarrollos a nivel nacional”.

El regalo se hizo extensivo a los entrenadores Ma Jin, de clavados, y José Luis Onofre, de taekwondo, aunque a ellos no se les entregó ningún documento.

Las únicas que ya recibieron sus casas (pagando las diferencias correspondientes) son Tatiana Ortiz y la china Ma Jin.

La hoy empleada de la Conade se rehusó a dar una entrevista a Proceso en noviembre de 2009 con el argumento de que no estaba “empapada del tema”.

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