AUTOR: CAROLINA HERNÁNDEZ.
Ladies y gentleman, de todo hay en las redes sociales. Solo hace falta un incidente y un hashtag para que comience la función.
En una época en que las redes sociales se han vuelto un tanto ‘procuradoras de justicia’, pocas cosas suceden fuera del ojo vigilante de las redes sociales.
Pocas cosas pasan sin que de pronto alguien le ponga un hashtag, lo publique y comience el juicio mediatico.
De eso a que tengan repercusiones legales, es otra cosa, pero al menos, se saben.
En días recientes, los tuiteros han encendido sus hogueras gracias a los caprichos y desplantes de dos #Lady, La Profeco y la Alfa3.
Pero la historia de las doncellas que desbordan influencias, comenzó mucho tiempo atrás.
#LadyRoma
La más reciente adquisición en las “ladies” es la #LadyAlfa3 o LadyRoma.
Dalia Ortega de la Vega, conducía su Porshe por la Colonia Roma cuando perdió el control del auto y chocó en la parte trasera a una camioneta Ford Lobo estacionada. La camioneta salió impulsada y golpeó a una mujer que intentaba cruzar la calle, quien fue llevada al hospital con fracturas en la cabeza y en las piernas, además de lesiones en los pulmones.
“Estaban totalmente borrachas, se tambaleaban, y ya iban caminando por Tonalá cuando las alcanzó un policía.
“La que iba manejando luego luego le gritó: ‘¡No me toques, cabrón, ni se te ocurra porque soy familiar de Apolo Alfa y te vas a quedar en la calle’”, relató un testigo.
“Apolo Alfa” es un indicativo utilizado en la Policía capitalina para referirse a personal administrativo de la Subsecretaría de Operación Policial.
Al final, Ortega de la Vega resultó tener historial delictivo, en el que se incluye posesión de 20 tarjetas bancarias clonadas y dos autos robados.
Aunque #LadyRoma no subió nada a su cuenta de Twitter, su nombre y sus travesías pronto inundaron la red, lo que deja claro con Twitter o sin él, nadie escapa al poder del hashtag.
#Ladies de Polanco
Era agosto del 2011 cuando empezó a circular un video en la red social de Youtube. El escenario, Polanco, uno de los barrios más adinerados de Ciudad de México. Las protagonistas, dos mujeres insultaban y golpeaban a un policía.
Una de ellas, ex Nuestra Belleza Puebla, Vanessa Polo Cajica, la otra, Azalia Ojeda, aspirante a actriz y ex Big Brother.
El policía preventivo Juan Martínez Molina pidió que se detuvieran para hacerles una revisión, pues la camioneta en la que iban circulaba en zig zag.
“Pinche policía de mierda, pinche ojete… asalariado de mierda, chingado no sabes quién es mi cuñado”, le gritó la exreina de belleza al policía.
Al final el agente, y otros compañeros que habían acudido a auxiliarlo, impotentes ante la escena que montaron las “ladies”, optaron por dejarlas ir.
El caso causó una fuerte indignación en la sociedad. En pocas horas el asunto se hizo viral. El video, llamado “Ladies de Polanco” rebasó a Internet y se convirtió un juicio mediatico. Dividió opiniones y generó controversia.
Unos cuestionaron la tibieza de los agentes de seguridad y cuestionaron si hubiesen actuado de la misma manera en un barrio menos adinerado, mientras que otros simplemente arremetieron contra las dos mujeres por su falta de educación y su exceso de alcohol.
Polo Cajica fue encontrada culpable de ultraje a la autoridad y discriminación y la condena que recibió fue de un año y tres meses de prisión y una multa de 4 mil 67 pesos, o un sustitutivo de 34 jornadas de trabajo a favor de la comunidad.
Ella optó por la segunda opción, y como sustitutivo, depositó 31 mil 285 pesos con 66 centavos para no ir a prisión.
Mientras que a Ojeda no fue sentenciada, gracias a un amparo definitivo promovido días antes del resolutivo judicial.
La CDHDF cuestionó que no se hubiera presentado a las mujeres ante las autoridades, mientras que el secretario de Seguridad Pública (SSP) en ese entonces, Manuel Mondragón, respondió que sus subordinados reaccionaron con prudencia.
#YoSoyProle
Y si las exreinas de belleza y las aspirantes a actrices pueden ponerse arrogantes… ¿por qué no la hija del futuro presidente del país?.
En una desafortunada tarde de diciembre, Paulina Peña Pretelini retuiteó un mensaje de su novio en donde calificaba de ‘proles’ a todos aquellos que se mofaban de lo acontecido con su padre en aquella trágica rueda de prensa en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, cuando Enrique Peña Nieto, aún aspirante a la presidencia, no pudo recordar los títulos de tres libros que marcaron su vida.
Ahí comenzó el viacrucis de Paulina en redes sociales. El hashtag #SoyProle fue famoso y la primogénita del ahora primer mandatario fue blanco de ataques y severas críticas, lo que derivó en una disculpa pública por parte del mismo Peña Nieto, de su esposa Angélica Rivera y la cancelación de la cuenta de Paulina en Twitter.
‘El Gentleman de la Roma’
Pero donde hay ladies, tiene que haber un gentleman.
Ese mismo año, 2011, el empresario Moisés Sacal Smeke fue captado por cámaras de vigilancia agrediendo y golpeando al valet parking, Hugo Enrique Vera Flores.
El video, que también apareció en YouTube, fue colgado por el mismo empleado con el nombre de “El Gentleman de las Lomas”.
Sacal Smeke es dueño de un departamento en la Torre Altus en Paseo de Las Lomas y se molestó con Vera Flores debido a que supuestamente una llanta de su Porsche estaba ponchada y no encontraba el gato hidráulico de su auto, el cual presumió había sido robado.
Además, cuando le ordenó que le ayudara a cambiarla, el empleado se negó a hacerlo argumentando que no era parte de su trabajo.
En entrevista con Milenio, Vera Flores contó que durante el diálogo con el empresario, él le explicó que no podía abandonar su lugar de trabajo por lo que pidió que solicitara ese servicio a la administración de la Torre.
Pero a Sacal Smeke no le satisfizo la respuesta y se pasó al otro lado del mostrador donde golpeó en repetidas ocasiones al empleado.
En el video se aprecia que segundos después el atacante realizó una llamada al administrador del inmueble y denunció el hecho mientras golpeó nuevamente a Vera Flores. La agresión le dejó dos dientes rotos y lesiones en la boca.
Vera Flores aseguró en la entrevista que el agresor contaba con un historial de actos “prepotentes” con otros empleados del lugar.
Un video anterior subido a YouTube por el usuario alteclanssing en 2008, titulado “Me la pelas”, documenta otra agresión de Sacal Smeke, luego de que autoridades lo sancionaran por estacionarse en un lugar prohibido.
En video el empresario reconoce que se estacionó en un lugar prohibido, pero responde a una persona que lo cuestiona sobre su falta al reglamento de tránsito: “A mí tú me la pelas… Yo vengo mucho y te escupo y te mando a chingar a tu madre”.
Luego del segundo video, Sacal Smeke fue detenido y procesado pero su sentencia, menor a cinco años, le permitió cumplir su condena en libertad.
En marzo de este año, el empresario, a través de sus abogados, inició un juicio de amparo.
#LadyProfeco
Y de Presidencia, directo a Profeco con la pataleta de Andrea Benítez Treviño, hija del titular de la Procuraduría Federal del Consumidor, Humberto Benítez, quien el pasado 26 de abril amenazó con clausurar un restaurante de la colonia Roma, en la Ciudad de México, porque no le asignaron la mesa que quería, aunque no había hecho una reservación.
Gabriela López, dueña del restaurante Máximo Bistro, declaró a los diarios nacionales que Benítez Treviño llegó al sitio sin reservación, pero como el lugar estaba lleno, le pidieron que esperara.
En media hora se desocupó una mesa afuera, pero la dueña del restaurante se la dio a unos comensales que la habían pedido con anterioridad para que pudieran fumar.
Entonces la hija del titular de Profeco se molestó, alegó que era su turno.
“La señorita se molestó, dijo que a ella ya le tocaba y que ella también quería afuera. Le expliqué que teníamos que seguir el orden y que le podía ofrecer una mesa adentro, y me empezó a amenazar y me dijo que su papá era el Procurador y que le iba a hablar y que a ver a quién le creían más”, dijo la dueña del restaurante en una entrevista.
Como parte de su rabieta, Benítez Treviño aseguró que haría que clausuraran el local y se fue.
“Me dijo que nos iba a mandar una revisión de la Profeco porque su papá era el Procurador”, agregó la dueña del restaurante.
Después, la “lady” decidió mostrar su enojo al mundo y escribió en su cuenta de Twitter:
“Pésimo servicio, no tienen educación…No volvería nunca @Maximo Bistrot”.
Y en efecto, tres horas después llegaron tres inspectores de Profeco y colocaron tres sellos de clausura por presuntas irregularidades en el sistema de reservaciones y por el mezcal que vende el restaurante.
Lo que salvó al restaurante de ser clausurado fue el hecho de que los comensales se molestaron por lo que estaban haciendo los inspectores y empezaron a grabarlos con sus celulares.
Luego, el papá hizo como que se disculpaba, ella también, se dijo que habría una averiguación, todo mundo la odió un ratito, la “trollaron” en su cuenta y al final, la Secretaría de la Función Pública sancionó a cuatro funcionarios de la Procuraduría.
Pero el titular de la dependencia, el padre de la #LadyProfeco fue exonerado.
A diferencia de Benítez, el subprocurador de Verificación; el director General de Verificación y Vigilancia; el director de Procedimientos y Sanciones, y el jefe de Departamento de Verificación de Normas Oficiales Mexicanas de la Profeco, fueron suspendidos administrativamente de sus cargos.
La #LadyProfeco se hizo tan popular, que incluso los legisladores de izquierda colocaron sellos con la leyenda “Clausurado” en la puerta principal de la Profeco por su inacción ante el aumento de precios en productos de la canasta básica y pidieron la intervención de Benítez Treviño para resolver esta crisis.
“Si las cosas funcionan así en la Procuraduría, entonces lo que debiéramos hacer es pedir la intervención de la ‘Lady Profeco’ para que clausure los establecimientos que han incrementado el precio de los productos de la canasta básica”, ironizó Esthela Damián Peralta, diputada local por el PRD.
La legisladora protestó junto al diputado federal Carlos Augusto Morales, y señaló que quizá sólo la hija del procurador puede solucionar lo que toda una dependencia no puede.
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