lunes, 11 de febrero de 2013

Regresan los encapuchados

FUENTE: REPORTE INDIGO.

El gobierno de Enrique Peña Nieto vive hoy amenazas que se cubren el rostro. Explosiones, disturbios, violaciones y acusaciones han puesto en entredicho el tema prioritario para los ciudadanos: la seguridad. ¿Hay mano negra detrás? Las versiones ya están corriendo.

Para muchos la concordia ha tratado de ser el sello del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

Llegó al poder con discursos y acciones donde destacaban los pactos, las reformas, las transformaciones y los acuerdos.

Sin embargo la realidad le está imponiendo otra agenda y hay sucesos que orillan a sospechar que otros muchos no piensan como él.


Desde el 1 de diciembre, día que tomó posesión, se desencadenaron una serie de sucesos que pusieron en entredicho el arranque de su sexenio, y en peligro, sus buenas intenciones.

Fueron acciones que afectaron de manera frontal dos temas que más importan a los mexicanos: la seguridad y la violencia.

Estos vinieron uno tras el otro y en diversos puntos del país.

Arrancaron con los disturbios en la toma de protesta, la demostración de poder del casi desaparecido EZLN y el aumento de las ejecuciones en DF y Edomex.

Después aparecieron los policías comunitarios de Guerrero, las violaciones en Acapulco, el secuestro de los trabajadores de El Siglo de Torreón y los actos vandálicos de los estudiantes de la UNAM.

En medio de todo ello, como dinamita, surge la explosión en la Torre de Pemex, y el dicho de un personaje anónimo que le aseguró a The New York Times que Estados Unidos habría vetado a Moisés García por sus supuestos vínculos con el narco.

¿Y qué tienen en común estas acciones? Que sus autores no tienen rostro.

Unos literalmente se lo cubren; envían misivas desde la selva, destruyen planteles escolares, violan y toman justicia por su propia mano.

Otros actúan bajo otra capucha muy efectiva: el anonimato del informante encubierto con una cachucha de la DEA o como jugador en los medios de comunicación

Las preguntas alrededor de estos casos son muchas: ¿Son espontáneos? ¿Son casuales? ¿Alguien los mueve?

Y para responder estas cuestiones hay tres versiones que circulan.

La de quienes dicen que el origen de estos eventos podría venir de los poderes fácticos que han visto amenazada su posición en la nueva mesa de juego.

Ya sea por las reformas propuestas, por los cambios en los liderazgos de puestos clave o por ocupar vacíos de poder que se dieron en la transición.

En segundo lugar, está la de los que aseguran que es parte de un plan de desestabilización de quienes podrían estar mandando el mensaje: “Ya ven, estábamos mejor cuando estábamos peor”.

Y la tercera que ubica el epicentro en el corazón del círculo íntimo de Los Pinos, donde se gestaría una intriga palaciega.

Y que los dardos envenenados tienen un destinatario: Miguel Osorio Chong. Al fin y al cabo, es el funcionario responsable de la seguridad del país. Revisemos los sucesos.

1 de diciembre de 2012

Toma de protesta

Anarquía sin rostro


La violencia sin rostro volvió al Distrito Federal el 1 de diciembre, día de la toma de protesta de Enrique Peña Nieto.

Desde esa fecha, se señala a individuos encapuchados como responsables del conflicto que puso en jaque al Gobierno del Distrito Federal y a Miguel Ángel Mancera Espinosa en su arranque como jefe de Gobierno.

Los videos y fotografías de aquel día muestran en acción a estos grupos, con tintes rojos y supuestamente subversivos que, con su aparición, causaron destrozos y desaparecieron.

Las autoridades hablaron al principio de anarquistas como autores de los desmanes y les pusieron nombre: la Cruz Negra Anarquista y la Alianza Anarquista Revolucionaria, que salieron a dar la cara sin capuchas para deslindarse de los hechos y denunciar haber sido utilizados como chivos expiatorios.

Pero todos vieron a los encapuchados que decían groserías, se presentaban como el pueblo unido y arremetieron contra las marcas internacionales. ¿Anarquismo puro?

ENERO

EDOMEX Y DF

Metrópolis bajo fuego


Todo comenzó en septiembre del año pasado como una disputa en Ciudad Neza. Entonces dijeron eran “rumores de violencia”.

Ahora, de pronto, el ejecutómetro del Estado de México, como del DF han tenido una actividad inusual provocando que el Edomex haya sido la primera entidad que pide la entrada de la Marina y el Ejército durante el nuevo gobierno.

Casi un centenar de personas aparecieron muertas violentamente durante enero, muchas acompañadas de narcomensajes.

Varios de los cuerpos fueron dejados en bolsas negras en distintos punto de la capital, Toluca, pero la alcaldesa dijo que ella no tenía nada que ver porque “eran de otro lado, sólo los vienen a dejar aquí”.

Casi a finales del mes, el gobernador priista Eruviel Ávila aceptó que los márgenes crecientes de violencia se deben a una disputa entre los cárteles de La Familia Michoacana y Guerreros Unidos.

El surgimiento de la violencia ha provocado que los gobernadores del centro del país hayan hecho un acuerdo para establecer un “escudo protector”.

5 de enero

GUERRERO

El lado oculto de la justicia


Desde el 5 de enero en la Costa Chica de Guerrero los ciudadanos de al menos 13 poblaciones aledañas al Municipio de Ayutla de los Libres tomaron las armas.

Cubriendo el rostro con pasamontañas o con improvisadas capuchas los pobladores, en su mayoría indígenas, dijeron estar hartos por la violencia y la nula aplicación de la justicia ante el crimen organizado.

La llamada Unión de los Pueblos Organizados del Estado de Guerrero (UPOEG) empezó a patrullar las calles y detener a todos los que se sabía desde antaño que eran delincuentes.

Instalaron retenes en las entradas y salidas de los poblados. Las autoridades federales, estatales y municipales nada hacían. Parecía que nada estaba pasando.

De manera insólita, en un mes detuvieron a 54 presuntos delincuentes.

Cuando se corrió la voz de que podrían decretar pena de muerte para algunos detenidos, el Gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, inició una operación política para desactivar el juicio y promover la liberación de los presuntos delincuentes.

El hecho fue registrado profusamente por la prensa nacional e internacional.

El mensaje era claro: en México no hay quien defienda a la población de los delincuentes.

21 de diciembre de 2012

EZLN

La reaparición del zapatismo


También volvieron las capuchas más famosas de los últimos años en México.

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) eligió el cambio de gobierno para regresar a la escena pública.

Lo hizo con manifestaciones silenciosas y pacíficas en las ciudades que el grupo tomó violentamente en diciembre de 1994, para exigir justicia para los grupos marginados, principalmente los indígenas.

La demostración de fuerza zapatista, la primera del gobierno de Enrique Peña Nieto, reunió a unos 40 mil miembros del movimiento.

Con la marcha del 21 de diciembre de 2012 vino un comunicado por parte de la comandancia general del EZLN.

"¿Escucharon? Es el sonido de su mundo derrumbándose, es el del nuestro resurgiendo", dijo en un texto el subcomandante Marcos, también identificado por los servicios de seguridad mexicanos como Rafael Sebastián Guillén Vicente

Sorprendentemente, la hermana del "subcomandante Marcos", Paloma Guillén Vicente, forma parte del gabinete del gobierno federal. Se desempeña en el cargo de subsecretaria de Gobernación para Población, Migración y Asuntos Religiosos.

En el cartón dado a conocer en Internet y que va dirigido a la "chafa crítica de los críticos idem", el "Subcomandante Marcos" aparece en una caricatura de perfil con pasamontañas, pipa y "cubierto" por un tiro al blanco.

En este, “Marcos” se refiere específicamente a supuestas a acusaciones contra suya. Como la de que de que "es anti-peje", entre otras.

También hizo alusiones sobre la cultura mediática moderna a nivel nacional e internacional, sobre personalidades como el futbolista Lionel Messi, la célebre Kim Kardashian y el actor francés Gérard Depardieu, entre otras.

Pidió a sus críticos "echarle más ganas y cerebro, porque les falta", sin precisar en qué temas.

De esta forma el fantasma del movimiento zapatista vuelva a acechar a un gobierno priista que acaba de retomar el poder.

4 de febrero

NEW YORK TIMES


¿Quién vetó a Moisés?

Un encapuchado más al que se enfrenta la actual administración es el del personaje anónimo que le aseguró al periódico New York Times que el gobierno de Estados Unidos, supuestamente habría vetado el nombramiento del general Moisés Garcia Ochoa como secretario de la Defensa de México.

Según el misterioso exfuncionario de la DEA, supuestamente el embajador Anthony Wayne habría alertado a Miguel Osorio Chong y a Jorge Carlos Marín, entonces integrantes del equipo de transicion del presidente electo, sobre supuestos vÍnculos del general García Ochoa con el narcotráfico.

El Departamento de Estado del gobierno de los Estados Unidos de inmediato desmintió la informacion del New York Times, como también lo hizo el gobierno mexicano.

El presidente de la República, dijo la Segob, “valoró en su oportunidad los perfiles de los generales de división en activo del Ejército Mexicano para seleccionar al secretario de la Defensa Nacional, cargo que recayó en el general Salvador Cienfuegos Zepeda”.

Por su parte, los secretarios de Gobernación, Defensa Nacional, y Reforma Agraria tambien desmintieron la información publicada por el diario norteamericano.

7 de febrero

UNAM

Lecciones de vandalismo


La más reciente presencia de estos grupos de hombres sin rostro se registró la semana pasada cuando un grupo de encapuchados irrumpió en la Dirección General del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), cerca de la rectoría de la UNAM.

Realizaron actos vandálicos, utilizaron sillas, mesas y piedras para romper las cámaras de seguridad de las instalaciones. Anunciaron que no entregarán los edificios hasta que las autoridades resuelvan cuatro demandas.

Exigieron que se eliminen los 12 puntos de la “actualización” del subsistema de bachillerato de la UNAM para replantear la reforma.

Las autoridades de la UNAM presentaron una denuncia ante el Ministerio Público contra quienes resulten responsables de los hechos de violencia. ¿Estudiantes?

31 de enero

TORRE PEMEX

El sospechoso gas


El pasado jueves 31 de enero a las 15:40 aproximadamente se suscitó una estruendosa explosión en los sótanos de la torre B2, del edificio administrativo de Pemex en la capital del país.

En primera instancia el incidente daba la impresión de que se había tratado de un atentado.

De inmediato, todo el gabinete de seguridad nacional se trasladó al lugar de los hechos, así como también el jefe de Gobierno del Distrito Federal. Más tarde, recorrió el lugar el presidente de la República.

Los cuerpos de rescate actuaron de inmediato, sin embargo como resultado de la tragedia han fallecido 37 personas, más de 100 resultaron heridas. Ocho de estas últimas se encuentran muy graves.

Tres días después del siniestro, el procurador General de la República anunció que el desastre se debió a una acumulación de gas en el sótano del complejo que al entrar en contacto con una chispa, ocasionó el estallido.


Hasta la fecha, y aunque versiones oficiales insisten en que se trató de un accidente, continúan las sospechas de que se trató de un atentado, y es que sigue sin esclarecerse siquiera la procedencia o fuente del gas que supuestamente ocasionó la tragedia.

4 de febrero

ACAPULCO

Violaciones en el puerto


En los primeros días de febrero un grupo de encapuchados entró a una vivienda en la zona de Barra Vieja en Acapulco y violó a seis turistas españolas.

Fueron unas 10 personas las que entraron al domicilio ubicado a un costado del Hotel Bambuddha para cometer el ataque.

Con ellas estaba una mexicana que al hacer indagatorias se dio a conocer que se salvó de la agresión por el simple hecho de no ser extranjera.

El alcalde de Acapulco, Luis Walton, minimizó el incidente al decir que este tipo de cosas suceden en todo el mundo.

Ante la insensibilidad del presidente municipal se alzaron una andanada de ataques y se vio obligado a ofrecer una disculpa y rogar con voz entrecortada, al borde del llanto, la ayuda urgente del gobierno federal.

Como en ninguna otra ocasión en los últimos meses en Acapulco se implementó un gigantesco operativo para dar con los agresores.

El desprestigio internacional fue enorme.

El presidente de la República Enrique Peña Nieto condenó el hecho, y señaló que casos como esos deben ocupar a los tres órdenes de gobierno a asumir a emprender acciones específicas para actuar con mayor eficacia.

7 de febrero

EL SIGLO DE TORREÓN

Información bajo amenaza


La tarde del jueves 7, en distintos puntos de la ciudad, cinco trabajadores del diario El Siglo de Torreón fueron secuestrados.

Ninguno era reportero. Dos laboraban como redactores del sitio de Internet, otros dos vendían publicidad y el último era del área administrativa.

Sin explicar por qué, fueron liberados durante la madrugada del viernes 8.

Hasta entonces el periódico mostró una postura pública mediante un comunicado publicado en su portal.

Lo calificaron como un hecho “que cimbró a esta casa editora y puso otra vez en relieve las nulas condiciones de seguridad para los medios de comunicación ante la ola de violencia”.

La opacidad siguió al anuncio. Por seguridad de los secuestrados y el resto del personal, el diario omitió informar ningún detalle sobre el secuestro, la liberación ni sus causas.

“Lo ocurrido (…) abre un nuevo frente en la vulnerabilidad de los medios de comunicación, pues los trabajadores secuestrados no pertenecen al área de redacción”, agregó el rotativo.

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