domingo, 24 de febrero de 2013

Políticos mexicanos decían todo a EU: Carrillo Olea

FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: TANIA MOLINA.
 
La inteligencia nacional grababa las conversaciones telefónicas de las embajadas del bloque soviético y las entregaba a los estadunidenses, revela.


México, DF. Jorge Carrillo Olea, ex director general del Cisen, y articulista deLa Jornada, dijo que los cables de la embajada de Estados Unidos en México revelaron que los políticos mexicanos estaban dispuestos a decir todo a los estadunidenses. Así como ocurría antes.

Durante la presentación del libro México en WikiLeaks. WikiLeaks en La Jornada. Memoria de una aventura periodística, el ex funcionario señaló que durante la época de la Guerra Fría había una cámara frente a la embajada soviética que grababa a todos los que entraban a la sede. Los servicios de inteligencia mexicanos pasaban esa información al gobierno estadunidense.

Carrillo Olea agregó que la inteligencia mexicana grababa las conversaciones telefónicas de las embajadas del bloque soviético y las entregaba a los estadunidenses. Puso el ejemplo de la representación de Hungría: “ni siquiera traducían lo grabado, se lo pasaban tal cual al servicio de inteligencia del país vecino”.

Por su parte, Arturo Cano, uno de los periodistas que formó parte del equipo de este diario que trabajó con los cables de WikiLeaks, contó que cuando La Jornada estaba publicando las revelaciones de los despachos, un político importante le aseguró que él nunca le dijo nada a los gringos que no pudiera decir en público. “Pero, los cables revelaron que otros”, explicó Cano, “no sólo llevaban una buena relación con la embajada estadunidense, sino que decían todo alegremente, incluso sin pregunta de por medio”.

Kristinn Hrafnsson y Joseph A. Farrell, integrantes del equipo de WikiLeaks, viajaron a México para presentar el libro editado por este diario.

Al hablar sobre la decisión de WikiLeaks de ofrecer a La Jornada los cables diplomáticos relacionados con México, Hrafnsson, portavoz del sitio de filtraciones, contó que les habían dicho que este diario “tenía el corazón bien puesto en cuanto a integridad periodística”.

Hrafnsson habló acerca del soldado Bradley Manning, acusado de filtrar cientos de miles de documentos del Departamento de Estado estadunidense a Wikileaks, y que cumplió ayer mil días en prisión sin que haya sido juzgado aún. “Es probablemente el más importante filtrador de información que ha habido en décadas”, dijo.

“Les pido a todos que unan sus fuerzas con los periodistas honestos que entienden el verdadero significado del oficio”.

Hrafnsson, quien también es periodista, agregó que “la esencia de la democracia radica en la libertad de expresión, en la libertad de los medios”.

En su turno, la periodista Carmen Aristegui destacó la poca resonancia que tuvieron, en la mayoría de los medios, las revelaciones de los cables diplomáticos. “Tristemente, es otro rasgo”, de lo que ocurre en México, dijo. “Lo más que llegó a pasar fue que Calderón se enojó” con dichos del entonces embajador Carlos Pascual.

Aristegui contrastó esto con lo que mostraron los despachos, y mencionó algunos de los hallazgos más relevantes.

Julian Assange, previo a mostrar un cartel en el cual se leía “Yo soy 132”, dijo que se trataba de un movimiento por la verdad y contra la corrupción en los medios, al cual exhortó a apoyar.

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