viernes, 25 de enero de 2013

La Política de simulación del viejo Pri regresa recargada

Fuente:Por un México Inteligente
Por:Alejandro Toral

Alejandro Toral


Esta semana en México fuimos testigos de que el nuevo PRI sigue con las mismas mañas y la política de simulación del viejo régimen, utilizando la justicia a su antojo, cuando y como le conviene con la ayuda de los medios masivos de comunicación quienes realizan grandes espectáculos de los eventos gubernamentales; lo cual ayuda para seguir dando atole con el dedo al pueblo en los sucesos nacionales que son relevantes.

Primero tenemos las declaraciones patrimoniales del Presidente y de los miembros del gabinete, los cuales quisieron verse como los Robin Hood mexicanos, declarando humildes departamentos, pequeños terrenos, algunos muebles heredados de años atrás; otros más aventurados sacaron a la luz carros de lujo y obras de arte para que no digan que todo el gabinete es igual de inculto que Peña Nieto. La verdad es que nadie les puede creer que sus sueldos no les alcance para darse los pequeños lujos que se da cualquier político o que no tengan ni para comprarse una buena casa. Queda por demás aclarar que todas las propiedades no presumibles, quedan a nombre de esposos, hijos, hijas o simples prestanombres tapando los oscuros y caros bienes de estos funcionarios.

No obstante hubo un integrante del gabinete que no quiso hacer el ridículo: el procurador Jesús Murillo Karam quien prefirió participar en el cierre definitivo de García Luna Productions y enterrar los vicios calderonistas en la PGR. Murillo Karam busca limpiar la dependencia de los juicios perdidos con testigos mantenidos por la Procuraduría en el sexenio pasado, como el de 5 militares acusados de nexos con el crimen, una trabajadora de la embajada de EU y el de la francesa Florence Cassez; quien fue liberada por una decisión de la SCJN debido a las violaciones de sus garantías individuales en el proceso de detención y juicio, mas no por ser inocente de los secuestros que se le imputaron. Con esta acción, los gobiernos panistas perdieron credibilidad, si es que aún la tenían, en su lucha contra el crimen organizado; los priístas ganaron el poder separar la manera de impartir justicia entre este y los pasados sexenios, así como el reconocimiento francés al gobierno de Peña Nieto.

Pero lo más importante que ganaron los priístas fue desviar la atención de la gente para descubrir algo que particularmente me indignó: el IFE exoneró a la coalición PRI-PVEM y a su entonces candidato Peña Nieto por violar la ley y exceder el presupuesto destinado para las campañas electorales. El IFE había dado la razón a lo que Andrés Manuel López Obrador y Gustavo Madero habían acusado: el PRI excedió gastos en espectaculares y compró el voto por medio de tarjetas Monex y las despensas, las cuales siempre da en cualquier elección, para la compra de votos. Pero como era claro, el Instituto Electoral no podía ir en contra del partido, casi dictatorial, que está en el poder y lo perdonó, poniendo en duda la legalidad próximas elecciones federales; y mucho más la capacidad de los institutos estatales para garantizar el voto en los comicios locales de este y los próximos años.

El PRI como lo había comentado vuelve recargado para seguir haciendo de México como se le antoje, dando atole con el dedo a muchos ciudadanos para seguir saliéndose con la suya, mientras tiene al pueblo sumido en la ignorancia y en la pobreza. Estoy seguro que estos eventos no son los únicos espectáculos que el equipo de Peña Nieto tiene preparados para nosotros, tendremos algo mejor con la campaña contra el hambre, con el fin de que en 2015 y 2018, el PRI vuelva de nuevo a convertirse en ese partido hegemónico que tanto extraña. 

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