El exgobernador de Chiapas, Juan Sabines, no sólo dejó endeudado al estado, también heredó a su sucesor, Manuel Velasco, cuentas pendientes por pagar con empresarios del sector privado por 600 millones de pesos.
Por tal motivo, la presidenta del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en esa entidad sureña, Marina Arias Albores, exigió al exmandatario que rinda cuentas de su gestión.
En rueda de prensa, la dirigente del CCE, acompañada de presidentes de cámaras, colegios y asociaciones, demandó al gobernador Manuel Velasco el pago del adeudo que dejó su antecesor por más de 600 millones de pesos.
Marina Arias sostuvo que no sólo los ayuntamientos y el gobierno del estado están en quiebra, también los empresarios y la ciudadanía en general.
El sector empresarial en Chiapas, insistió, requiere el pago de adeudos, así como incentivos fiscales, con el fin de escapar de la crisis a la que fueron sometidos por la administración de Sabines Guerrero, a quien no denunciaron antes, aclaró, por temor a represalias.
Arias Albores aseguró que varias empresas están en quiebra y sus propietarios han tenido que vender su patrimonio para enfrentar a proveedores.
No sólo eso, también exigió que los exalcaldes Seth Yassir Vázquez Hernández y Felipe Granda Pastrana sean llamados a cuentas y devuelvan los recursos luego del fracaso de las obras de remodelación del centro de Tuxtla Gutiérrez.
No obstante, Marina Arias advirtió que algunos organismos empresariales analizan la posibilidad de presentar demandas penales para exigir el pago de sus servicios prestados.
Algunos socios de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), subrayó, han vendido equipos para poder saldar compromisos contraídos con proveedores para la realización de obras públicas.
La deuda que dejó el gobierno de Juan Sabines, precisó, fue a los constructores, restauranteros, hoteleros, asociaciones, colegios de ingenieros y arquitectos, así como agencias de viajes.
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